¿Has escuchado en algún momento que el consumo de carne es culpable de una gran cantidad de enfermedades en la actualidad?
¿Es cierto que el ser humano es herbívoro por naturaleza?
Hay una gran cantidad de falsas afirmaciones que no tienen sentido en la actualidad sobre la carne, y ninguna de ellas tiene pruebas científicas ni investigaciones que puedan corroborarlas.
Hoy en este artículo, descubriremos la verdad que esconden 8 “leyendas urbanas” sobre el consumo de carne.
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La carne no es un alimento imprescindible: FALSO
Sin comer carne podríamos sobrevivir, por supuesto, pero nuestro cuerpo se encuentra diseñado para consumirla y desde el inicio de nuestra existencia no hemos parado de consumirla.
La carne no procesada (carne natural) contiene una gran cantidad de nutrientes necesarios para el cuerpo humano como lo es la proteína de buena calidad, la creatina, la carnosina, etc. Además de muchos otros componentes que aún no se han descubierto.
Consumir carne complementa las necesidades nutricionales de nuestro organismo y mejora la salud en general.
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La carne perjudica la salud por su contenido en grasas saturadas y colesterol: FALSO
Indiscutiblemente la carne contiene colesterol y grasas saturadas, pero esto no significa que sean nocivas para el organismo.
Según diversas investigaciones científicas, el colesterol y las grasas saturadas encontradas en la carne no ocasionan daños en el organismo.
De hecho, tienen efectos positivos ya que convierten las partículas pequeñas de colesterol LDL en partículas grandes y densas HDL
Dicho de otra forma, incrementan el número de partículas grandes de colesterol LDL, lo que se vincula con un riesgo menor de enfermedades del corazón.
Igualmente, se ha comprobado que el consumo de grasas saturadas aumenta los niveles de colesterol HDL (colesterol “bueno”).
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La carne favorece el incremento de peso: FALSO
La carne tiene mucha proteína, nutriente que influye de forma positiva en la pérdida de peso gracias a distintos mecanismos:
– Incrementa la masa muscular.
– Disminuye los antojos.
– Acelera el metabolismo.
– Provoca una disminución de la ingesta de calorías.
– Reduce el apetito.
Gracias a estas razones, no tiene sentido alguno afirmar que la carne engorda porque tiene calorías y grasas.
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La carne se pudre en el colon: FALSO
Algunas personas creen que deberíamos evitar el consumo de carne porque nuestro cuerpo no tiene la capacidad de digerirla y esta se pudre al llegar al colon.
Pero la verdad es que al colon solo llegan los deshechos producidos durante el proceso de descomposición y absorción de los nutrientes encontrados en la carne.
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Somos herbívoros por naturaleza: FALSO
De tener algún amigo o conocido que sea vegetariano, es probable que haya mencionado en más de una ocasión que el ser humano es herbívoro por naturaleza.
De ser verdad esta afirmación, ¿cómo podrías explicarse que nuestro aparato digestivo sea totalmente diferente al de un animal herbívoro?
No caigas en engaños, los seres humanos somos omnívoros por naturaleza y nuestro sistema digestivo está diseñado y adaptado para la metabolización de la carne y todos sus derivados.
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Comer carne aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares: FALSO
Una publicación reciente en el año 2010 reveló que no hay vinculación alguna entre el consumo de carne roja y el riesgo de padecer enfermedades cardiacas o diabetes.
No obstante, la carne roja procesada si se encuentra vinculada con un incremento en el riesgo de sufrir estos tipos de enfermedades.
Por lo tanto, la afirmación adecuada sería decir que las personas que consumen carne roja procesada tienen mayores posibilidades de desarrollar diabetes o enfermedades del corazón.
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El consumo de carne daña el sistema óseo: FALSO
Consumir proteína hace que nuestro cuerpo incremente la producción de ácidos, los cuales son neutralizados con el calcio encontrado en nuestros huesos.
En el corto plazo, esto podría ocasionar osteoporosis, pero las autoridades en el área han confirmado que en el largo plazo, la proteína incrementa la densidad ósea y previene la osteoporosis y las fracturas.
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La carne contribuye a la aparición de cáncer: FALSO
Ya conocemos que la OMS declaró la carne procesada como cancerígena, motivo por el que debemos estar conscientes sobre la diferencia entre la carne roja sin procesar y la carne roja procesada.
Por una parte, no existen dudas que el consumo de carne roja procesada incrementa las posibilidades de padecer cáncer.
Por otra parte, aún existen investigaciones que confirman que la carne roja sin procesar podría vincularse al cáncer dependiendo de la forma en que esta sea cocinada.
Es así que, debes evitar cocerla demasiado o quemarla para prevenir la formación de cualquier tipo de sustancias carcinógenas.