Antes de preocuparnos por el consumo de drogas de nuestros hijos adolescentes, hemos de preocuparnos por saber quiénes son nuestros hijos.
A los adolescentes debemos prestarles atención no solo cuando producen problemas, ya que la adolescencia es una etapa de muchos cambios que se producen de una manera muy rápida.
También debemos tener en cuenta que la relación que tienen los adolescentes con las drogas esta estrechamente relacionada con los padres y con la representación que los mayores hemos contribuido a construir en sus mentes. Por ello este sería un buen momento, para que nosotros, los padres, nos replanteemos nuestros propios hábitos con las drogas, con la automedicación, tabaco y el alcohol.
Debemos tener en cuenta que la mayoría de las veces no se trata de que los jóvenes tengan problemas con las drogas, si no que, los jóvenes tienen problemas y usan las drogas, quizá del mismo modo que sus padre pueden llegar a usar alcohol, ansiolíticos o antidepresivos
La última decisión sobre el consumo de drogas siempre es de ellos, de nada sirve que les amenacemos con castigarles o con los posibles efectos que las drogas pueden producir en su salud, si no hemos ayudado a desarrollar una autonomía en nuestros hijos que les ayude a tomar decisiones responsables en los diferentes aspectos conflictivos que se le pueden plantear en sus vidas.
En caso contrario para los adolescentes el consumo de drogas puede suponer una entrada en la adultez, una forma de demostrar su autonomía, un rito de iniciación en la toma de decisiones, y sobre todo una manera de autoafirmarse, tomando decisiones que van totalmente en contra de los que sus padres les dictan. Pero si antes de que esto ocurra, ayudamos a que nuestros hijos se sientan autónomos, y les hacemos participes de la toma de decisiones, no tendrán esa necesidad imperante de autoafirmarse llegando al extremo del consumo no responsable de drogas.