Escaparse de casa
Tanto el exceso de normas como la ausencia de ellas favorecen en ocasiones que los adolescentes se escapen de casa.
El afán de aventura y la necesidad de independencia propias de la adolescencia son ingredientes indispensables en esta actitud. El diálogo con los padres es la única solución para evitar una situación que puede llegar a ser peligrosa.
La mayoría de estas escapadas se producen a partir de los 11 años, coincidiendo con una etapa de gran curiosidad y de afán de hacer las cosas por uno mismo. Los chavales buscan independencia y rechazan cualquier figura de autoridad.
La prevención
Muchas veces la noticia nos puede sorprender viendo la televisión con nuestros hijos adolescentes: “dos niños se han escapado de su casa…” Según los expertos, cuando se dé esta situación conviene aprovechar el momento para hablar con los chavales:
– diciéndoles lo mal que sentirían si ellos hicieran los mismo.
– hablando de los problemas que pueden llevar a un chico a realizar semejante hazaña.
– valorando las consecuencias que podría haber acarreado su travesura.
Como indica el psicólogo Bernabé Tierno, se trata de «aprovechar cualquier oportunidad para inculcarles sentido crítico».