Miedo a lo desconocido [14-04-2020]
A veces hay noches raras, de sueños extraños, de miedos proyectados, de angustia, de ansiedad onírica. Tal vez son proyecciones de nuestra propia incertidumbre, que junto a la oscuridad y a la muerte, forman parte del miedo más básico, inherente al ser humano. Puede que se trate de tan solo una emoción, pero de ser así, es una emoción poderosa, es una emoción de las más antiguas y fuertes de la humanidad, el miedo, y dentro del miedo, el más potente y arcaico puede que sea el miedo a lo desconocido.
Y quizás, es este miedo a lo desconocido el mayor sustento de la ansiedad…no hay garantías en la vida, más que estar listo para que se presente lo inesperado en cualquier momento, en cierta forma es miedo al futuro, al porvenir, y cuando no lo enfrentamos directamente obtenemos como resultado la ansiedad, que no sólo es un gran desperdicio de tiempo y energía, sino que afecta físicamente al cerebro, afectando a su química, pudiendo derivar en ciertos trastornos inmunológicos que a su vez favorecen la aparición de la enfermedad.
Nunca deberíamos dejar que el miedo se interponga en nuestro camino, si tememos sufriremos y acabaremos sufriendo lo que tememos. Esto nos limita, pero los límites, como el miedo, son a menudo una ilusión, por tanto son susceptibles como tal de desvanecerse si los afrontamos. El miedo es tan profundo como lo permita nuestra mente, ningún poder roba tan eficazmente a ésta todos sus poderes de actuar y razonar como el miedo.
Por tanto sería interesante darnos cuenta que el miedo es la principal fuente de la superstición, la ignorancia y el sufrimiento, darnos cuenta de que afrontarlo y vencerlo es el principio de la sabiduría. Comprender que el miedo a la muerte, la mayoría de las veces, deriva del miedo a la vida, que si ganamos fuerza, coraje y confianza en cada experiencia que se nos presente, podremos decirnos a nosotros mismos que estamos preparados para enfrentarnos a cualquier cosa que venga, siendo valientes, considerando que la valentía no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de poder transitar nuestro camino a través de él. Ser capaces de sonreír a los problemas, tomando fuerzas de la angustia y creciendo conscientes por medio de la reflexión. En realidad, entendiendo, que realmente sólo hay que tener miedo del propio miedo, incluso del miedo a saber. No recuerdo ahora que filosofo clásico venia a plantear algo así como que podemos perdonar que los niños tengan miedo a la oscuridad, pero no deberíamos perdonar la verdadera tragedia de la vida que es que los hombres teman a la luz, teman iluminarse en el autoconocimiento.
Así que en estos tiempos, en los que el miedo asoma por todos los rincones y esquinas, ya sea de manera global, social, familiar o personal. ahora que puede que nuestros fantasmas y monstruos vengan a visitarnos en el silencio de la insomne noche, más menudo de lo que deseamos, es buen momento para conocernos mejor a nosotros mismos, para reflejar nuestros miedos en el espejo, para abrir una carpeta en los archivos de nuestro cerebro donde guardarlos, sabiendo que están ahí, que forman parte de nosotros, que probablemente no podamos hacerlos desaparecer de nuestro “disco duro”, pero que sí podemos enfrentarlos, doblegarlos, y una vez amansados, conducirlos como plácido rebaño al ese redil, a esa carpeta, donde permanecerán encerrados a merced de nuestra voluntad y consciencia.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
“Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es el momento de comprender más para temer menos.” Marie Curie
Hoy os dejo una interesante canción, de la no menos interesante Concha Buika, “Vivir Sin Miedo”, sin más palabras… espero que os guste.