El lugar donde guardamos nuestras prendas de vestir y nuestros secretos más preciados. Un hueco donde acomodar cientos de cosas que no sabemos muy bien dónde ubicar. Son indispensables en los dormitorios y agradecidos en los salones y cuartos de baño; cada habitación de la casa debiera tener su corazón particular con la forma de un armario…
Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa
Un armario bien distribuido debe constar de huecos suficientes para albergar cada una de las prendas y efectos personales en perfecto orden. Lo idóneo es contar con espacio suficiente y organizarlo de tal modo que todo esté bien colocado.
El armario ideal debiera constar de diferentes módulos diferenciados con los siguientes usos:
- Una zona alta para guardar maletas, bolsos o ropa de fuera de temporada.
- Un perchero especial para corbatas que puede colocarse en la puerta.
- Un módulo en medidas 110x 60 con perchero para camisas y otro de las mismas dimensiones para americanas.
- Dos módulos con percheros extraíbles para colgar pantalones y faldas.
- Una zona de colgador con altura de al menos 160 cm para colocar vestidos largos y abrigos.
- Zapatero para él y ella en la parte inferior, a ser posible cerrado.
- Módulos de cajones para complementos y ropa interior.
- Estantes o módulos para jerseys tanto para él como para ella.
Este es mi espacio, este es mi armario…
El estilo de armario depende en la mayoría de las ocasiones del espacio de que disponemos para ubicarlo. A grandes rasgos existen cuatro tipos de armarios: Tradicional, empotrado, vestidor y armario vestidor.
El armario tradicional es el que habitualmente forma parte o conjunto con el resto de los enseres del dormitorio, siendo sus acabados y decoración exactos al resto del mobiliario. En general es considerado un módulo opcional del dormitorio porque la gran mayoría de las habitaciones, en las edificaciones modernas, disponen de un hueco para armario empotrado.
Su principal desventaja estriba en la cantidad de espacio que ocupan, aún así, siguen siendo elementos de gran utilidad en salas de estar, recibidores y – en dimensiones más reducidas- en cuartos de baño. Sus ventajas : puede conservarse si nos mudamos de piso y tiene el encanto de ser una pieza multi-funcional, adaptable a cualquier estancia de la casa, con un simple cambio de apariencia en su aspecto exterior.
El armario empotrado es muy eficaz en habitaciones de pequeño o mediano tamaño. Como su propio nombre indica, se encuentran empotrados en un hueco destinado a tal efecto dentro de la misma habitación, favoreciendo así un mayor aprovechamiento del espacio útil. Los interiores del armario pueden ser tratados de diferentes maneras según el poder adquisitivo de que disponga el cliente. Pueden ser pintados, empapelados o chapeados con madera barnizada. Esta última opción es la más práctica y duradera sin duda alguna. Los frentes del armario también pueden escogerse en función de nuestros particulares gustos o necesidades: puertas correderas, plegables o de apertura total.
El acabado de estas puertas siempre queda a nuestra elección. Puede hacerse combinar con el resto del dormitorio o sencillamente optar por unas puertas de espejo que darán más amplitud a la estancia.
El vestidor podría definirse como un armario a lo grande. Se trata de una pequeña habitación anexa al dormitorio en la que se distribuyen una serie de módulos en los cuales se organiza toda la ropa. Habitualmente se ubican en una zona intermedia entre el dormitorio y el cuarto de baño privado de las habitaciones de matrimonio en viviendas de tamaño considerable. Sus ventajas son múltiples, ya que se usa tanto como vestidor como para almacenar ropa, de este modo se evita molestar a la pareja cuando los horarios de trabajo son diferentes y alguno de los dos está descansando.
Para disponer de un vestidor necesitamos disponer de al menos 10 m2. Habitualmente se conciben como espacios abiertos a continuación del dormitorio, pero si lo consideras adecuado puedes cerrarlo mediante un sistema de puertas correderas.
El armario vestidor es un armario de amplias dimensiones, apreciables sobre todo, en la profundidad del mismo. Este tipo de armario te permite, literalmente, entrar dentro de él. Su profundidad suele ser de unos 160 cm. Ofrece más espacio que un armario tradicional sin llegar a las ventajas de un vestidor en toda regla.