Belleza: ¿Cómo blanquear las axilas?
Se trata de una imperfección
estética más común de lo
que se piensa, sólo que muchas chicas
prefieren disimularla o no hacer mención
de ella por pena; lo cierto es que si la piel
de las axilas se vuelve oscura es porque algo
está afectando su salud y, por ende,
su belleza.
Aunque nadie tiene garantías
para librarse de este problema, es cierto que
las mujeres se encuentran más expuestas
a sufrir alteraciones estéticas en sus
axilas debido al uso de desodorantes y la agresión
ocasionada por distintos métodos de depilación
y factores ambientales como Sol, viento o humedad.
Asimismo, ellas son las más
afectadas en cuanto a su apariencia, pues el
oscurecimiento de esta delicada parte de la
piel puede impedirles el uso de ropa fresca,
como blusas sin mangas, o incluso vestidos de
noche, limitando sus posibilidades y generando
inconformidad o molestia por su imagen.
Para acabar con este problema,
debe tenerse en cuenta que las causas de esta
condición son muy variadas y que por
ello es necesario estudiarlas y realizar sencilla
observación para determinar cuál
es la solución más indicada.
Rastreando las causas
Distintos factores pueden ocasionar alteraciones
en la coloración de la piel de las axilas,
entre ellos encontramos:
Acumulación de células muertas. Suele ser la causa más frecuente y, afortunadamente,
la más fácil de tratar. El oscurecimiento
aparece paulatinamente y su principal síntoma
es mal aspecto; no suelen presentarse dolor
ni comezón.
Predisposición genética. Queda
de manifiesto cuando los padres tienen axilas
oscuras. De manera hereditaria, ellos transmiten
propensión a la producción extra
de pigmento en estas delicadas regiones de la
piel; las imperfecciones pueden incluir lunares,
pecas o manchas de la edad.
Alergia. Se distingue porque la piel se irrita
y arde cuando entra en contacto con algún
producto empleado con fines de belleza.
Infección bacterial. Se parece mucho
a la alergia, sólo que la persistencia
de ardor o comezón no depende de la aplicación
directa de un producto.
Además, hay otros elementos
que pueden agravar el problema del oscurecimiento
de la piel, siendo más común el
uso de algunos desodorantes o antitranspirantes,
ya que el perfume que contienen puede generar
manchas al contacto con la luz solar; asimismo,
si las fragancias poseen concentración
muy alta, es mayor la posibilidad de padecer
alergia.
Por si fuera poco, muchos
de estos productos contienen alcohol, sustancia
que vulnera los tejidos y fija células
muertas y bacterias, ocasionando alteraciones
en la pigmentación de la piel.
Otro aspecto a tomar en cuenta
es la forma de depilación a la que se
recurre. El afeitado es una técnica que
se distingue por su rapidez, pero lo cierto
es que irrita mucho y vuelve a la piel extremadamente
sensible a los efectos del Sol; asimismo, algunas
cremas para retirar el vello contienen productos
químicos muy fuertes que pueden desencadenar
reacciones estéticamente desfavorables.
Soluciones, ¡claro que
hay!
En primera instancia, cuando se presentan las
manchas por predisposición genética,
sin irritación ni dolor, se recomienda
el uso de cremas cuya sustancia principal sea
hidroquinona.
Empero, antes de iniciar el
tratamiento hay que tener en cuenta que las
axilas son una parte muy sensible de nuestro
cuerpo, por lo que primero se aplicará
pequeña dosis del producto en otra zona,
como la parte interna del antebrazo, por ejemplo,
para observar posibles reacciones; si no hay
molestias, se procederá a usar, pero
siempre en forma cauta. Esta medida también
se recomienda si se emplean otros remedios,
como los naturistas.
En caso de acumulación
de células muertas, una de las soluciones
más sencillas y efectivas es favoreciendo
la regeneración de los tejidos. ¿Cómo
se logra esto?, limpiando la zona con ayuda
de un estropajo y jabón normal o para
aclarar la piel (como el de avena); asimismo,
y de manera profunda, es factible emplear una
crema exfoliadora creada para eliminar las capas
superiores de la dermis, hecho que promueve
el surgimiento de nuevas células de mejor
aspecto.
Cualquiera de estas dos opciones
requiere poco tiempo, aunque es más efectivo
el uso de cremas, las cuales, salvo especificaciones
contrarias en su instructivo, se aplicarán
mediante masaje circular máximo 4 minutos,
y luego se enjuagarán; pueden emplearse
una vez a la semana, y en pieles sensibles o
resecas una vez al mes. Nuevamente, cabe hacer
la recomendación de que tanto el exfoliante
como el jabón para aclarar sean probados
antes de su aplicación en otra zona de
la piel para comprobar que no habrán
reacciones adversas.
Por lo que respecta a los
problemas ocasionados por el rasurado de las
axilas, hay ocasiones en que el empleo de otros
sistemas, como la depilación con cera,
es suficiente para erradicar el problema. Además,
estos procedimientos retiran el vello desde
la raíz, por lo que su regeneración
es más lenta y la piel se libera durante
semanas de posibles irritaciones.
De igual manera, el mal aspecto
de la piel puede deberse al empleo de alguna
crema cuyas sustancias sean muy fuertes para
los tejidos, algo fácil de percibir cuando
la zona luce enrojecida, reseca y con poca elasticidad;
en esta situación es mejor suspender
la aplicación y consultar a un especialista
en productos de belleza o un dermatólogo
para que aconseje un producto con ingredientes
más suaves.
Un remedio casero ampliamente
extendido para aclarar la piel de las axilas
es el jugo de limón, el cual da buenos
resultados al aplicarlo directamente y dejándolo
actuar durante la noche por 15 días;
puede utilizarse a la vez que se aplica una
crema con hidroquinona (sin mezclarlas) y, por
supuesto, no se aconseja luego de que la piel
fue depilada o rasurada.
Una buena recomendación
en general consiste en utilizar crema humectante
después del baño o luego de la
depilación, ya que como otras partes
del cuerpo las axilas necesitan este tipo de
cuidados para ser más resistentes al
efecto de la luz solar y otros factores que
la maltratan y resecan.
Finalmente, si además
de las manchas existe ardor e irritación
en la piel es posible que se trate de una infección
bacterial o reacción alérgica
a algún producto, en cuyo caso será
necesario suspender el uso de aquellos artículos
sospechosos y, sobre todo, consultar a un dermatólogo
para determinar las causas con exactitud.
Considere todos estos
consejos a fin de evitar molestias en esta delicada
parte de la piel, que también merece
atención y cuidado para lucir saludable
y en plenitud; recuerde, no sirve de nada esperar
a que el problema se resuelva solo ni dejar
de actuar por pena.