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Productos para la higiene infantil

 

Quedan pocos días para que un nuevo y pequeño miembro de la familia llene las 24 horas del día.

 

La lista de todo lo necesario para su cuidado está completa, ha sido mucho tiempo el empleado y diversas las personas, revistas y otros medios informativos los que han ayudado a dar por finalizado el inventario de la ropa, el cochecito, la cuna y los productos para su higiene. Todos ellos ya están ocupando la habitación que durante nueve meses os habéis entretenido en amueblar, poniendo un gran énfasis en aquellos pormenores no solo decorativos, sino también prácticos y recomendados.

Durante los primeros meses, el pequeño bebé se pasará el día durmiendo y comiendo, ¡qué suerte!. Y en todo ese tiempo necesitará que se le cuide de forma muy concreta, poniendo especial atención en su higiene. Para ello los productos que vamos a utilizar para su baño, para el cambio de pañales o la limpieza del biberón deben reunir una serie de propiedades específicas, ya que el niño también posee unas características determinadas.

 

¡Y llegó el gran día!

Ya tienes a tu bebé en casa, durmiendo tranquilamente en esa cunita que tantos quebraderos de cabeza os dio al principio. Tenía que ser amplia, para que se mueva a su gusto, con la base rígida y que el colchón no sobrepasase los 10 cm recomendados, además es de los que denominan de “llama retardada”. Los colores son tan brillantes y divertidos, eso sí, la pintura es especial y no resulta tóxica. Incluso se pensó en los picos y relieves que tienen algunas y que podía ser peligroso para el bebé, pero no tiene ninguno.

Junto a la puerta está el cochecito para pasear, con su capota para los días de lluvia que además le da calor, hay que procurar que el niño no esté mucho tiempo dentro porque la capota no transpira.

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Un momento del día importante es la hora del baño.

Cerca de su bañera se encuentran el jabón neutro, suave, puede ser de glicerina, o uno ligeramente ácido, pero que no le vaya a irritar su delicada piel, este jabón también sirve para el pelo, pero la cara mejor lavarla solo con agua.

También estará preparada la esponja, que debe ser natural. Hay que poner especial cuidado en la zona del cordón umbilical para que no se le llegue a infectar. Las orejas se limpian bien por fuera, procurando no introducir nada dentro del oído.

Para después del baño hay varios productos: una buena loción hidratante para todo su cuerpo o un “aceite vegetal” hará que la piel no se deseque; la zona del pañal deber tener un trato especial porque está todo el día expuesta, de ahí que una crema calmante y cicatrizante sea lo más apropiado para su culete. Un frasco de agua de colonia nunca viene mal, pero no hay que ponérsela directamente sobre la piel sino en la ropita.

Pero si el baño se realiza una vez al día, el cambio de pañales tiene que hacerse muy a menudo porque la piel del niño en contacto con la orina y la materia fecal se irrita, llegando a producirle una dermatitis e incluso infecciones. Los pañales desechables son cada vez más sofisticados, buscando no solo el aislamiento de la humedad, sino también que la piel continúe hidratada, pero esto no debe inducir a tardar más tiempo en cambiárselo. Si se utilizan pañales de algodón, estos no deben ser lavados con jabones normales o que tengan desinfectantes, tampoco hay que añadir suavizante, tienen que estar muy bien aclarados, dejando que se sequen al sol. Pero tanto con un tipo de pañal como con el otro es desaconsejable que se pongan encima braguitas de goma o plástico, ya que contribuye a una mayor acumulación de humedad y por lo tanto un mayor riesgo de padecer escoceduras o infecciones.

 

Ha llegado el momento de cambiarle el pañal.

Lo primero es limpiarle bien con una esponja natural mojada en agua tibia o con jabón neutro, con propiedades humectantes; también se puede utilizar una toallita hidratante que, además de limpiar, calma y protege. Antes era muy corriente el uso de talcos para que absorbieran la humedad, pero eran productos que resecaban mucho; actualmente se pueden encontrar en el mercado talcos que llevan incorporados sílice y que impiden que se formen grumos, además hay otros, los líquidos, que son muy absorbentes, refrescantes e hidratantes.

Si a pesar de haber tomado todas las precauciones su culito está colorado, irritado, incluso tiene ampollas y está descamado, es que presenta la dermatitis denominada del pañal, pudiendo tener incluso una infección por hongos, para ello lo mejor es consultar al especialista por si necesita un tratamiento especial. Mientras se debe cambiar más frecuentemente el pañal, lavarle con agua tibia, aplicándole una crema determinada para restablecer el Ph natural de su piel, además de aislarle contra la humedad.

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Las uñitas

Hay otros aspectos de su higiene que no debe descuidarse como por ejemplo las uñas, las cuales pueden ser un foco de infección si no están continuamente limpias, y se puede arañar, poniendo especial atención en cortarlas por lo menos una vez a la semana, si resulta difícil, lo mejor es hacerlo cuando duerme. Unas tijeras especiales, de punta redondeada permitirán que se las cortes siguiendo la forma de sus deditos, a la vez que impiden que le hagas daño. Las de los pies también hay que vigilarlas, pero se cortan una vez al mes.

 

Dentición

Nada más nacer el problema de los dientes no existe, pero cuando le empiezan a aparecer parece que el mundo se viene encima. Muchos aconsejan darles los clásicos mordedores o un buen chupete, pero estos elementos externos pueden ser un foco de infección o peligrosos si el material de que están hechos no es el permitido, afortunadamente esto no suele ocurrir.
Los mordedores le aliviarán bastante en el inicio de la dentición. También el chupete le ayudará a pasar esos incómodos momentos, éste tiene que ser de una sola pieza, si es posible de silicona, porque el caucho se va cuarteando y puede retener gérmenes. Ambos deben ser esterilizados a menudo, lavándolo si se cae al suelo.

Con la aparición de sus primeros dientes debe comenzar su hábito a lavárselos diariamente, aunque al principio se los puedes limpiar con una gasa mojada en agua, pero a partir de los dos años un cepillo de cerdas suaves y finas con las puntas redondeadas le irá introduciendo en esta sana costumbre. Para tener una buena salud dental lo mejor es una buena limpieza, la visita periódica al odontólogo y, por supuesto una dieta equilibrada donde no haya un exceso de dulces.

 

A tener en cuenta

El biberón debe estar muy limpio entre toma y toma, para ello se puede utilizar un esterilizador eléctrico o aquellos en los que se introduce una pastilla purificadora. Si se opta por lavarlos en agua, lo mejor es dejarlos cocer durante diez minutos para que desaparezcan todo tipo de gérmenes.

Como ya está limpito y ha comido muy bien, se puede empezar a vestirle para su paseo. La ropa ha sido también escogida con cuidado para que no le irrite la piel, las mejores son las de algodón o hilo; no deben tener gomas ni costuras que le rocen y le presionen; siendo fáciles de quitar y poner, abrochándose por detrás. Y desde luego, nada de fajas elásticas.

Sentado en su sillita de paseo está de lo más cómodo, menos mal que se eligió la que tenía el armazón más fuerte porque le va a durar bastante, además de contar con un buen sistema de sujeción que no permite que vaya todo el rato moviéndose, impidiendo que se caiga al suelo.

Al llegar la noche, después de ponerle un pañal limpio, le espera su cuna. Entre las sábanas de hilo o algodón se encuentra de lo más a gusto. El médico aconsejó que durmiera boca arriba y sin peluches que le estorben durante la noche. Viéndole dormir feliz y sano parece que el tiempo no pasa, todo es poco para que él se encuentre siempre igual de radiante y saludable.

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