Su evolución en los primeros cuatro meses
A medida que se va produciendo la maduración cerebral tras el nacimiento, los bebés van adquiriendo una serie de habilidades psicomotoras que tú misma puedes ir evaluando.
En las primeras semanas el cerebro del bebé comienza a clasificar los mensajes que le llegan desde los cinco sentidos. Hasta que sea capaz de descifrarlos, pasa por una fase de confusión, pero su desarrollo cerebral es tan rápido que pronto sabrá interpretarlos correctamente.
Las primeras imágenes que el bebé descubre son el rostro y la voz de su madre.
En estos momentos la intervención del padre es muy importante ya que el bebé debe conocer cuanto antes que su entorno no se limita a su madre, sino que está rodeado de personas, familiares o cuidadoras que le dan todo el cariño, atenciones y cuidados que necesita.
Se ha comprobado que si los papás se involucran en los cuidados de los recién nacidos desde etapas tempranas, los niños son más sociables y desarrollan antes muchas habilidades.
Un mes:
- Reconoce la voz de su padre y su madre
- Gira la cabeza estando boca abajo y la levanta unos segundos
- Tiene los brazos doblados y las manos casi siempre cerradas
- Su única reacción es abrir y cerrar las manos cuando está a gusto
- Duerme gran parte del tiempo.
Dos meses:
- Sonríe con frecuencia
- Sigue con la mirada los objetos
- Responde al tono de la voz y escucha los sonidos suaves
- Patalea con fuerza
- Levanta la cabeza durante unos 10 segundos
- Pasa más tiempo despierto y atento a todo lo que ocurre
Tres meses:
- Comienzan los gorgoteos y responde a la voz con sonidos espontáneos
- Mantiene la cabeza levantada durante un minuto y se sostiene con los brazos
- Abre las manos y es capaz de sujetar un juguete
- Fija más la mirada y sigue el movimiento con los ojos y con la cabeza
Cuatro meses:
- Muestra curiosidad por todo lo que ve y oye
- Tumbado boca arriba juega con sus pies
- Agarra los objetos y se los lleva a la boca
- Fija la vista ante el espejo
- Emite pequeños chillidos para llamar la atención
- Responde con risas al estímulo del juego
Su peso alcanza ya el doble que cuándo nació. No te preocupes si alguna de estas adquisiciones no está presente en el momento indicado, ya que existe una gran variabilidad. En cualquier caso, para tu tranquilidad, consulta a tu pediatra.
Primeros sonidos del bebé
Ronquidos
Aunque no se trata de ronquidos, son sonidos muy similares, y el bebé los emite mientras duerme. Su causa está en las vibraciones que tiene el paladar blando al respirar.
Estornudo
Los recién nacidos estornudan de vez en cuando durante los primeros días de vida, sin que esto signifique que estén resfriados. Hay que tener en cuenta que vienen de un ambiente muy húmedo antes de nacer, y la piel que recubre por dentro la nariz, la mucosa nasal, tiene que acostumbrarse al nuevo ambiente. La irritación provocada por el aire seco desencadena los estornudos, pero esto no quiere decir que hayan “cogido frío”. Esos estornudos no son más que un reflejo.
Hipo
El hipo es una contracción brusca e involuntaria del músculo del diafragma que tiene la función de ayudar a respirar. Se inicia al tragar, puede durar varios minutos pero no hace ningún daño al bebé. Al darle de mamar o el biberón, suele desaparecer.
Ruidos nasales
En ocasiones parecen respiraciones forzadas como si el bebé tuviera un catarro, pero se trata del ruido que hace el aire al pasar por los conductos nasales, todavía estrechos y poco desarrollados.
Estimulación del bebé durante los primeros cuatro meses
La estimulación del 1er mes al 3º:
Una buena estimulación del bebé ayudará al desarrollo de sus sentidos y de su cerebro. Cuantos más estímulos reciba de sus padres, desde el primer día de vida mejor.
- Intenta levantarlo cuándo te agarre con los deditos, separándole del colchón
- Cuando sonría respóndele con alegría
- Exagera los movimientos de la boca
- Colócale un juguete en la cuna
- Mírale a los ojos cuando le das de comer
- Acunale cuándo llora.
- Agita delante de él objetos sonoros.
- Juega a los cinco lobitos, a dar palmas…
La estimulación en el 4º mes:
- Cuándo intente hablar respóndele con alegría
- Háblale con un tono de voz suave y cántale canciones que de más mayorcito se pueda aprender
- Coloca en su mano objetos blanditos que pueda agarrar y chupar
- Ponle música y canciones infantiles
- Háblale y cántale mirándole a los ojos
- Déjale objetos con distinta textura para que desarrolle el tacto.
El oído del bebé
El aprendizaje del lenguaje comienza escuchando los sonidos. Al repetírselos, el bebé los irá aprendiendo. Una vez los ha aprendido, comenzará a repetirlos imitando a sus padres y finalmente los unirá para convertirlos en las primeras palabras y las primeras frases.
Es importante que conozcamos el estado del oído de nuestro bebé cuanto antes. Algunos hospitales disponen de un moderno método para diagnosticar problemas de déficit auditivo en recién nacidos. Se trata de una prueba muy sencilla e indolora que se realiza el tercer día de vida que consiste en enviar un sonido al oído y recibir la respuesta.
No obstante, los padres podemos observar cuidadosamente las reacciones del recién nacido ante sonidos diferentes. Si encuentras alguna anomalía, pregunta a tu pediatra, él se encargará de realizarle pruebas más detalladas.
Las reacciones normales son, por ejemplo, que se asuste ante el ruido de una palmada o un portazo. Otros sonidos repentinos le hacen parpadear o abrir los ojos con sorpresa. A los cuatro meses debe saber identificar la fuente de los sonidos y girará la cabeza cuándo escuche la voz de su madre.
Los padres con niños sordos, normalmente descubren el problema bastante pronto. Es más difícil de identificar una sordera parcial porque sus síntomas se suelen confundir con actitudes del comportamiento del bebé.
La vista del bebé
El recién nacido no tiene su capacidad visual desarrollada pero puede ver con nitidez los objetos que se encuentran situados a unos 20-25 centímetros de sus ojos. Eso sí, no distingue los colores ya que su sistema de percepción de los colores no está plenamente desarrollado.
Es importante estimular su vista colocándonos a una distancia en la que el bebé puede vernos y enseñarle diferentes objetos, hacer muecas o pedirle que reaccione a lo que hacemos.
- Recién nacido: a las pocas horas es capaz de posar la mirada sobre un objeto y seguirlo si se mueve.
- Primeras semanas: detecta cualquier objeto que se mueva rápidamente delante él.
- Primer mes: el bebé ya puede enfocar distancias cercanas pero interpreta imágenes planas.
- Tres-cuatro meses: la visión comienza a ser más nítida y puede ver en tres dimensiones.
- Seis meses: la vista está desarrollada y continúa desarrollando la capacidad de interpretar imágenes.
El gusto y el olfato del bebé
El recién nacido tiene desarrollados el gusto y el olfato y rápidamente detecta y recuerda el olor de sus padres y el de su entorno. También detecta olores extraños si lo llevamos a algún sitio que nunca haya estado antes.
Enseguida también reconoce los gustos básicos: salado, amargo, dulce y ácido y manifiesta una preferencia por el sabor dulce. Hasta que no incorporemos una alimentación variada, no comenzará a identificar sabores de forma más sutil.
El tacto del bebé
El contacto físico con el bebé es muy importante en su desarrollo y en la relación con sus padres y su entorno. De la misma manera que tú necesitarás el contacto con el bebé, el también buscará que le acaricies y le toques con frecuencia.
Algunas madres utilizan siempre sillitas, hamacas, cochecitos y tienen muy poco al bebé en brazos. Llevarle en brazos y tenerle sobre nuestras piernas es una buena costumbre para que el bebé se sienta tranquilo. Las antiguas creencias de que un bebé no debía acostumbrarse a los brazos ya están superadas.
El bebé necesita también el contacto físico con su padre. La forma en que el padre toma al bebé es distinta a la de la madre y el tacto de su piel también. El papá prefiere sentarle en sus piernas, o con la carita al frente para que pueda mirar su entorno. Las mamás tienden a calmarlo o a jugar con él de forma más tranquila; los padres prefieren la actividad .
El bebé y su entorno
Los primeros meses de vida del bebé son muy importantes para su comunicación y relación con quienes le rodean. En esta etapa comienza a distinguir entre lo que le agrada y lo que no. Valora la seguridad, el cariño y otras muchas cosas que debemos hacer que entienda desde pequeño.
Recién nacido – 1 er mes
Desde el principio el bebé responde a los estímulos que recibe y expresa su conformidad o su rechazo con movimientos de la boca, pequeños sonidos o movimientos con el cuerpo.
Es importante que se le responda para que descubra cuanto antes que puede comunicarse.
2º y 3er mes
Los gestos de respuesta ya son más concretos y utiliza la sonrisa para comunicar satisfacción y para responder cuándo le hablas.
4º mes
El bebé utiliza la risa y el llanto para expresarse y los gestos de felicidad serán su comunicación favorita para los padres. Si te acercas te tirará del pelo o te acariciará.
Niños con bajo peso
La alimentación infantil es fundamental para el buen desarrollo del niño. La obesidad puede llegar a ser un grabe problema de salud. Pero todos los excesos son malos, ya que el tener bajo peso también puede llegar a tener devastadoras consecuencias.
Los niños que nacen con muy poco peso tienen más posibilidades de tener un nivel educativo más atrasado que aquellos que nacieron con peso normal.
Según varios estudios, en la edad adulta, los niños que nacieron con muy poco peso tenían menos propensión que otros adultos de su edad a abusar de drogas y alcohol y menos proclividad a los embarazos antes de los 20 años.
Los investigadores consideran que esta menor propensión a comportamientos de riesgo puede ser debido a que estas personas gozan de una mayor atención paterna, en general.
El peso del recién nacido
Un bebé al nacer suele pesar entre 2,5 y 4,5 kilos. Unos días después, habrá perdido casi un 10 por ciento de su peso inicial ya que tendrá un importante gasto energético entras su organismo aprende a metabolizar los alimentos que succiona. Después de ocho o diez días, recuperará el peso del nacimiento y a partir de ese momento, ganará kilos rápidamente: durante los tres primeros meses, entre 750 y 900 gr y hasta los seis meses alrededor de 600 gr mensuales.
No hay que olvidar que son cifras orientativas ya que cada bebé tiene su ritmo de crecimiento.