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Cuidados y consejos del bebé

La información aquí contenida no intenta ser un substituto del CONSEJO MÉDICO PROFESIONAL, por lo que se recomienda al Usuario buscar siempre el consejo de su médico particular u otro profesional de la salud cualificado antes de comenzar cualquier nuevo tratamiento o ante cualquier inquietud relacionada a su salud o condición médica. Particularmente, el Usuario no debe descartar nunca el consejo médico profesional así obtenido por alguna información que hubiera podido hallar en este Sitio.

Cómo escojer la silla de comer adecuada

Lo primero que hay que saber es a que edad se puede proceder a usar las sillas altas que se usan para incorporar a los bebes a la mesa de los adultos.
Si tu hijo o hija ya ha logrado sentarse y se mantiene en esa posición sin la ayuda de almohadas, cojines, etc. entonces ya está listo.

Generalmente los niños logran sentarse (con ayuda) alrededor del quinto mes de vida y para la edad de los seis o siete meses pueden mantenerse estables en ésta posición. Pequeñas variaciones en el tiempo en el cuál los niños alcanzan éstos “hitos” evolutivos no nos deben preocupar, es decir que si un bebé no logra sentarse a los seis meses exactos, pero ha logrado darse la vuelta, sostiene la cabeza y no ha dado ninguna señal de tener algún problema de salud que retrase su desarrollo, solo debemos esperar a que esté listo desde el punto de vista maduracional y por supuesto, darle una ayudita realizando ejercicios para mejorar el tono muscular y fortalecer su espalda y músculos de la parte posterior del cuello hasta que logre la meta.

Estos ejercicios son sencillos, Ud. puede, por ejemplo, acostar a su hijo sobre su espalda en una superficie firme (la cama de los Papás es generalmente una buena elección) y lo puede tomar de las manos, atrayéndolo hacia usted de manera suave y sostenida, sin llegar a sentarlo de un todo. El niño sano que está listo para esto, inmediatamente trata de mantener su cabeza erguida contrayendo los músculos cervicales y encorva su espalda ligeramente hacia adelante, al mismo tiempo que contrae los músculos abdominales. Este ejercicio puede hacerse varias veces al día a manera de juego.

Tenemos que agregar que no se debe usar la sillita como el sitio para reprender a su hijo o para mantenerlo fuera de “acción”. Tarde o temprano, tu hijo aprenderá a salirse fuera de la silla y si tú no te encuentra a su lado os podéis llevar un susto.

La otra advertencia es la siguiente: la cabeza de los niños es la parte más pesada del cuerpo y si el niño decide que quiere contemplar el suelo desde la altura de su silla de comer, se asomará. Pudiendo desestabilizar la silla mejor fabricada del mundo. Ten mucho cuidado, no hay instrumento más seguro que los brazos de los padres al momento de rescatar a nuestros niños de los innumerables percances. No lo dejes solo, siempre tenle un ojo encima y no olvides evitar alimentos calientes, lo que a nuestro parecer esté a una temperatura tolerable, a ellos puede quemarles.

Con respecto a cuál es la mejor silla de comer, te sugerimos que busque una con las siguientes cualidades:

* Las patas deben conformar una base ancha y estable, trate de asegurarse en la tienda de que la marca que le están ofreciendo no se cae con facilidad.

* Si tiene un seguro en forma de cinturón o correa que tú puedas usar para sujetar a su niño en la silla y cuyo broche o hebilla sea de material resistente, fácil de abrochar y desabrochar en caso de alguna emergencia y que no pellizque la piel del bebé. Asegúrate de que tu niño no podrá deslizarse al suelo por debajo de la bandeja de la silla. Para esto requerirá una pieza del seguro que pase entre las piernitas del niño

* Los asientos deben estar forrados de algún material sintético que pueda lavarse con agua, jabón y un cepillo sin que se deterioren (Recuerde que los niños son curiosos por naturaleza y en los primeros años de vida tienden a explorar cualquier agujero, pudiendo desprender piezas del forro y luego meterlas en su boca, lo que los pone en riesgo de obstruir su vía respiratoria)

* La mesita o bandeja que se usa en éstos muebles debe ser, preferiblemente desmontable ( lo que le permitirá usarlo por unos cuantos años), de material sintético lavable y con los bordes algo elevados, redondeados y sin vértices o aristas que puedan lastimar al pequeño. No es recomendable que estas mesitas tengan adornos o juguetes compuestos por piezas pequeñas que eventualmente terminarían en su boca. Si tu bebé quiere jugar con algo a la hora de la cena, que lo haga con su comida.

El aseo diario del bebé. La higiene del bebé.

Los cuidados de los oídos, los ojos, la nariz, los genitales y el cordón umbilical, entre otros, son fundamentales para evitar que el bebé sufra infecciones, irritaciones u otros problemas que podrían perjudicar su salud.

Durante los primeros meses, el pañal debe cambiarse después de cada toma y siempre que esté mojado, pues la piel del bebé es muy delicada y se irrita con mucha facilidad.

FUENTE: www.elbebe.com




¿Cómo saber si mi bebé tiene frío o calor?

La mejor manera de averiguar si necesita más abrigo es tocándole las piernas, los brazos o el cuello.

La pérdida de color en las mejillas también puede indicar que el bebé está pasando frío.

¿Cómo aplicar gotas en los oídos del bebé?

Se coloca al bebé de costado y, tirando hacia abajo del lóbulo de la oreja, se dejan caer las gotas sin llegar a introducir el dosificador dentro del oído.




El paseo del bebé

Los paseos son muy aconsejables para la madre y para el bebé. La llegada del recién nacido supone para la mujer un giro de 180 grados en su vida. Después de dar a luz, la madre adquiere una serie de rutinas, entre ellas el paseo, que le pueden ayudar a recuperarse del embarazo y de las molestias del postparto.

Durante el paseo, la madre disfruta del bebé a solas, acompañada de su pareja o de algún familiar.

Otros beneficios para ella son tomar aire y relajarse, mejorar la circulación de las piernas y eliminar la retención de líquidos que acumula durante los meses de gestación.

El recién nacido puede empezar a salir a partir de la segunda semana de vida, aproximadamente. La calle ayuda al bebé a adaptarse a los cambios de temperatura y a regularlos.

Conviene dar todos los días un paseo, también cuando hace frío o incluso llueve. Siempre hay un rato de temperatura aceptable para el bebé. Basta con abrigarse adecuadamente y proteger su cochecito o silla.

El contacto con el exterior también favorece el desarrollo de sus sentidos. Los sonidos de la calle estimulan su capacidad auditiva y el bebé aprende a distinguir caras nuevas, perfeccionando su agudeza visual.

Posturas para sujetar al bebé

Debe sujetarse al bebé con suavidad pero con firmeza. Con el fin de transmitirle una sensación de seguridad similar a la percibida en el útero materno, los movimientos de los padres no deben ser bruscos ni repentinos.

Dado que el recién nacido no puede sostener la cabeza por sí mismo, es importante que esté siempre bien sujeta. De ahí que no sea aconsejable usar sillitas durante los dos primeros meses.

Las mochilas porta-bebés sí pueden usarse sujetando un poco la cabeza con una de las manos.

Cómo tumbar al bebé y cómo sacarlo de la cuna

Se coloca una mano bajo el culito del bebé mientras que con la otra se le sujeta la parte superior de la espalda y la cabeza. O también se introducen ambas manos bajo las axilas, dejando el pulgar en la parte de delante y dirigiendo los otros cuatro dedos hacia arriba, por detrás del cuello, para sujetar la cabeza.

Cómo llevar al bebé en brazos

A la hora de mantener un contacto visual con el bebé y acunarlo hay que apoyar su cabeza en el codo mientras el cuerpo descansa sobre el brazo y se le sujeta el culito con la misma mano.

Para fomentar la curiosidad del bebé, se apoya su espalda contra el vientre del adulto al tiempo que se le sujeta con una mano del culito y con la otra del abdomen. Así podrá ver todo lo que se mueve a su alrededor.

Cómo expulsar los gases y qué hacer cuando tose

Cuando el bebé tose o cuando necesita expulsar los gases hay que sujetarlo del culito al tiempo que se apoya su cabeza y su cara en el hombro del adulto y se le dan unas palmaditas en la espalda.

Para calmar los cólicos del lactante o la retención de aire en el abdomen hay que sujetarlo boca abajo, como si fuera un avión, con el tronco apoyado en el antebrazo y la otra mano en la espalda.


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