Consejos para personas con problemas cardiovasculares
Son varios
los factores que influyen en la aparición
de esta enfermedad, genéticos, ambientales
o modificables. Sin embargo, mantenernos fieles
a la dieta mediterránea es el mejor
antídoto contra ella.
En España,
al igual que en el resto de los países
occidentales, las enfermedades cardiovasculares
son la primera causa de muerte (40%).
En la aparición de enfermedad cardiovascular
influyen tanto los factores genéticos
o no modificables (sexo, edad, antecedentes
familiares, etc) como ambientales o modificables
(tabaco, alimentación, sobrepeso, etc),
junto con la presencia de otras enfermedades
asociadas como la obesidad, la diabetes o
hipertensión arterial.
Respecto
a la influencia del consumo de ciertos alimentos
y bebidas sobre las enfermedades cardiovasculares,
podemos decir hoy sin ninguna duda, que la
dieta mediterránea se asocia con una
protección frente a éstas, atribuyèndole
este papel a los siguientes componentes de
la dieta: fibra, antioxidantes, carbohidratos
complejos, ácidos grasos monoinsaturados
(aceite de oliva) y poliinsaturados (pescado),
vitaminas y minerales. Qué quiere decir
esto! Pues que una dieta cardiosaludable debería
contener abundante fruta, verdura, legumbres,
pescado, aceite de oliva y cereales preferentemente
integrales.
La moderación en la ingesta de sal
(< 6g/día), de alimentos enlatados
y en salazón, puede disminuir la tensión
arterial en personas hipertensas con lo que
reducimos el riesgo asociado de enfermedad
cardiovascular.
La ingesta
excesiva de alcohol (3 o más bebidas
alcohólicas al día) aumenta
el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular
debido principalmente a la elevación
de la tensión arterial. Por tanto,
los llamados bebedores de fin de semana de
altas cantidades de alcohol tienen un mayor
riesgo de padecer un accidente cerebrovascular.
Por otro
lado, el hábito de fumar aumenta también
la probabilidad de padecer este tipo de enfermedades.
El mantenimiento
de un peso adecuado para la edad junto con
la práctica de ejercicio físico
de forma habitual y una alimentación
saludable, son factores de prevención
frente a las enfermedades cardiovasculares
y que dependen de la voluntad de cada persona.