…si es que es lo mismo, lo llames como lo llames.
Es el resfriado, que ya está aquí, puntual a su cita de invierno, dispuesto a arrasar entre la población.
¿Qué es?
Simplemente es una infección vírica del aparato respiratorio, que normalmente cursa sin fiebre, pero que produce una infección de las vías respiratorias, y eso incluye la nariz, garganta, laringe, senos paranasales e incluso traquea y bronquios. Vamos, que viene completito el dichoso catarro.
El resfriado y la estación guardan una estrecha relación. Lo más común es que la aparición del catarro coincida con el inicio del curso escolar, con la mitad del invierno o en primavera.
Signos y síntomas
Tras un periodo de incubación, comienzan a aparecer las molestias nasales, con sus estornudos y su mucosidad excesiva. Y por si esto fuera poco, también puedes padecer picor y dolor de garganta y malestar general.
Pero sin lugar a dudas, el rey indiscutible de los síntomas del resfriado es la congestión nasal: ese exceso de mucosidad en las fosas nasales que da lugar a la congestión y dificulta la respiración. La causa de la congestión es la inflamación de la membrana mucosa que tapiza el interior de las cavidades nasales, ¿y el resultado? Pues los mocos.
En un principio, esta mucosidad es un fluido claro y acuoso que posteriormente se pude transformar en un moco espeso y persistente, por norma general, esta segunda mucosidad es el resultado de la infección.
La gripe y el resfriado no son lo mismo
Aunque los síntomas del resfriado y de la gripe son muy similares, no estamos hablando de la misma enfermedad.
- El catarro común se considera una enfermedad afebril, aunque a veces se presente con fiebre.
- La gripe siempre viene acompañada de una subida anormal de la temperatura corporal y dolor en las articulaciones.
Su tratamiento
No existe ningún tratamiento específico para curar el resfriado, pero sí un conjunto de fármacos capaces de limitar e incluso anular los síntomas.
Lo más recomendable es que te guardes del frío, un ambiente cálido y cómodo es lo que te está pidiendo el cuerpo, con reposo en caso de que sufras fiebre, y beber mucho líquido no te vendrá nada mal, para evitar la deshidratación y favorecer la fluidificación de las secreciones, vamos de los mocos hablando en cristiano.
Ponte a salvo del resfriado, líate la bufanda al cuello y abróchate el abrigo si no quieres que el kleenex sea tu aliado este invierno.