Su tratamiento consiste en el seguimiento de una dieta estricta sin
gluten durante toda la vida. Esto conlleva una normalización clínica y
funcional, así como la reparación de la lesión vellositaria. El celíaco
debe basar su dieta en alimentos naturales: legumbres, carnes,
pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten:
arroz y maíz. Deben evitarse, en la medida de lo posible, los alimentos
elaborados y/o envasados, ya que en estos es más difícil garantizar la
ausencia de gluten.
La ingestión de pequeñas cantidades de gluten, de una manera continuada, puede causar trastornos importantes y no deseables.