Embutidos: chorizo, morcilla, etc.
Productos de charcutería. Patés diversos.
Yogures de sabores y con trocitos de fruta.
Quesos fundidos, en porciones, de sabores.
Conservas de carnes. Conservas de pescado con distintas salsas.
Caramelos y gominolas.
Sucedáneos de café y otras bebidas de máquina.
Frutos secos fritos y tostados con sal.
Helados. Sucedáneos de chocolate.