El huevo es un alimento que por su
versatilidad y facilidad de preparación se integra fácilmente en la dieta de la gran
mayoría de las familias. Se sirve en desayunos en combinación con salsas,
verduras y embutidos; en la comida en las de papa , chiles rellenos etc.
Su bajo costo con respecto a otras fuentes de proteína de origen
animal y el ser un alimento también rico vitamina A para la vista, vitamina D para los
huesos, hierro para la sangre, fósforo para los huesos y músculos, calcio para los
huesos, y vitaminas del complejo B, lo hace ser un alimento esencial para una buena
nutrición, principalmente en niños en crecimiento, ancianos y familias de bajos
recursos.
Lo recomendaciones de la restricción del huevo en estos grupos en
especial son inexplicables, por ejemplo los niños en crecimiento necesitan proteína de
alta calidad que contribuya en el crecimiento y desarrollo, en los ancianos es necesario
para cubrir las necesidades de nutrimentos para conservar su salud y por se fáciles de
cocinar, fáciles de masticar, fáciles de digerir fáciles conseguir, se integra
perfectamente bien en la dieta del anciano.
Frecuentemente se habla que el huevo es un alimento malo para la
salud por su contenido de colesterol, y es aquí donde cabe mencionar que la mala
alimentación va en función del conjunto de alimentos que se consumen diariamente y no en
función de un solo alimento.
Para el control de las enfermedades cardiovasculares se habla
principalmente de restricciones de colesterol en la dieta diaria, sin embargo estudios
científicos han demostrado un impacto nulo en la reducción en los niveles de colesterol
en sangre. Esto nos habla de que la restricción de alimentos ricos en colesterol como el
huevo no tienen bases científicas sólidas, sin embargo todas esas recomendaciones solo
han logrado satanizar al huevo a pesar de ser un excelente alimento.
Los riesgos para enfermedades cardiovasculares son múltiples y no
se puede achacar al consumo de un alimento tan noble como el huevo. El fumar, el tener
elevada la presión arterial, niveles elevados de colesterol en sangre, dieta
hipercalórica baja en fibra, obesidad e historia familiar de enfermedades
cardiovasculares, son los problemas a enfrentar para disminuir el riesgo a enfermedades
cardivasculares.
Las recomendación para mantener o mejorar nuestra salud debe
iniciar por una alimentación equilibrada y variada que integre todos los grupos de
alimentos en la cantidad necesaria para cada persona: Cereales que aportan energía y
fibra (6 a 10 raciones): tortilla, pan, arroz, avena; leguminosas y productos de origen
animal que aportan proteínas, vitaminas y minerales (3 a 4 raciones): frijoles, lentejas,
huevo, queso, leche, pescado, carnes; frutas y verduras que aportan vitaminas, minerales y
fibra (3 a 5 raciones); y en pequeñas cantidades de azúcares y grasas para cocinar.
Continuar con el control de peso a través de una dieta equilibrada
y variada, disminuir el consumo de cigarrillos y de ser posible evitarlos por completo, la
presión arterial disminuirá y se controlara notablemente con el ejercicio y la buena
alimentación.
El huevo contribuye en la dieta con proteína de alta calidad, con
13 vitaminas y minerales, manteniendo una etiqueta de baja en calorías y bajo precio
(Nutriólogos, Asociación Civil).