La madre no
necesita variar sus hábitos de comida o de bebida. Es
posible que la madre tenga más sed, pero no es necesario beber a la
fuerza. Solo en el caso de alergias podría ser necesario suprimir algún
alimento de la dieta de la madre. Un
trabajo duro o estresante puede interferir con la lactancia
materna, de modo que resulta muy beneficiosa cualquier ayuda que pueda
ofrecerse a la madre para descargarla de otro tipo de tareas, bien por
parte del padre u otros miembros de la familia. La ayuda, el apoyo y la
comprensión del padre y de otros familiares (abuela, hermanas, amigas)
son elementos esenciales para el buen desarrollo de la lactancia. Si
la madre es fumadora, este es un buen momento para dejarlo. Si
ello resulta imposible, es preferible fumar justo después de la toma y
no hacerlo en presencia del niño. Siempre será mejor que darle una leche
artificial. Los niños que permanecen en ambientes con humo tienen mayor
incidencia de infecciones respiratorias agudas y de asma. Lo
mismo puede aplicarse al alcohol, aunque si la madre solo bebe
ocasionalmente y de forma moderada, probablemente no le costará ningún
esfuerzo dejarlo por completo.