Sujeta a la escoba, barre, limpia, aprende la disciplina del barrido, la tierra vuela, se desplaza, invade, ¿qué pasaría si dejáramos la servidumbre de la belleza y el agrado?
Sujeta a la escoba, barre, limpia, aprende la disciplina del barrido, la tierra vuela, se desplaza, invade, ¿qué pasaría si dejáramos la servidumbre de la belleza y el agrado?, las buenas costumbres nos tornan dóciles. el lamento en solitario es injusticia, hay que registrar el tiempo perdido, las palabras del daño, esas que hicieron de tu cara el mapa de su victoria fálica, tu guión en la escena de la obediencia.
Vos pensás que estoy hablando de otro tiempo, que eso no pasa, ¿han doblegado tu pasión arisca, acaso? Así es más fácil, quieren sólo una parte tuya, ¿el agujero?, porque a veces en eso nos convierten, ¿todavía no sentís el dolor? las miradas desgarran las ropas y hacen de la violación un espectáculo público repleto de cómplices. No es nuestra tarea soportarlo.
Sujeta la escoba, agita tu arma, otras volaron y fueron quemadas, hoy el fuego se enciende en el plan, la beca, la cámara, la cárcel, el dinero, ¿por qué nuestros cuerpos deben humear en la pira de la pobreza?
Hay que detener las agresiones, otros no tienen derecho ni propiedad sobre tu cuerpo, debemos dejar la esclavitud de la espera de que algún día cambiarán las cosas, hoy hay que cambiarlas, hoy es día de revelaciones y de revoluciones, de rebeldías multiplicadas, sólo la rabia nos salva, – y también la ternura. -, así aprendimos a sobrevivir.
Nuestras palabras son la amenaza de que las cosas pueden cambiar.
Hincá tus dientes en la carne del patriarca, para reconocer su sangre y dar alarma a las demás, infundí fuerza, hagamos del dolor nuestra rebeldía.
El 25 de noviembre, se conmemora el día internacional por la no violencia hacia las mujeres, día de denuncia del maltrato físico y psicológico, también día de visibilización de las resistencias.
Si la violencia circula, nuestra resistencia también.
Porque yo soy…
María Soledad, violada y asesinada en Catamarca… Teresa Rodríguez, muerta cuando reprimían un piquete, allá en el sur… Sandra Cabrera, asesinada en Rosario, Liliana Tallarico, asesinada en La Plata, Soy las mujeres de Juarez. Soy todas las asesinadas por odio.
Y también soy Romina Tejerina, presa y recluida en Jujuy… y Claudia Sosa de Mendoza y Etelvina y Patricia, y la Galle, presas…
He sido violada por Hoyos en Salta. Soy Eli Díaz, violada por Benavidez en Córdoba. Soy Leyla y Patricia violadas y asesinadas en Santiago del Estero, Soy… las mujeres asesinadas en Mar del Plata, la trabajadora violada en el ANSES, las niñas violadas en el Congreso…
Soy María, me violó mi papá.
Soy Marita, Vanesa, Lidia, Fernanda, Andrea y tantas secuestradas para el tráfico sexual en La Rioja, Tucumán, Córdoba, Corrientes, Río Gallegos, La Pampa…
Soy Carolina, a mi madre la desapareció la dictadura militar.
Soy las abusadas por los curas y el poder.
Soy Paulina, mi crímen sigue impune, soy tucumana.
Soy las originarias desterradas de sus casas, soy las wchis desnutridas, soy la beba que no llegó al hospital
Soy la niña de once años violada y embarazada, no se qué hacer, no hay ley que nos ampare.
Soy… una africana sin clítoris, una musulmana que pueden lapidar, una colombiana desplazada, expuesta a la violencia paramilitar.
Soy nica, soy feminista, el gobierno me persigue.
Soy uruguaya, repudio la dictocracia que me criminaliza si decido sobre mi cuerpo.
Soy una haitiana violada por un soldado de la minustah.
Soy una mujer estéril por un aborto mal practicado, soy aquella que murió tras un aborto clandestino,
Soy Ana María Acevedo, quería abortar para curar mi cáncer, me dejaron morir en un hospital de Santa Fe.
Yo soy la castigada, la invisible, soy la maltratada. ¿Quién ha cavado estos agujeros? ¿Quién ha roto mi mirada? ¿Quién ha desoído mi respiración de espanto? ¿Quién ha cortado, golpe a golpe, los pedazos que me arman? Me repliego, muda, las palabras vuelan lejos, no las sujeto como si me esquivasen desde el principio de los siglos, palabras vacías que se deletrean sonido a sonido perdiendo su significado. Como toda criatura marginada, expoliada, espiada y exiliada, me quedo sin lenguaje.
Entonces recuerdo que existe el grito.
Que puedo gritar: Soy MUJER, TRAVESTI, TRANSGENERO, TRANSEXUAL, LESBIANA, INTERSEX, BOLIVIANA, NEGRA, MUSULMANA, INDIA, INMIGRANTE, POBRE, OPRIMIDA…
Soy la que está harta, la que se rebela, la que se organiza, la que quiere cambiar las relaciones sociales, la que quiere desterrar la injusticia, la que lucha contra el patriarcado.
Dicen que dicen las Mayas “ill da quesh”, soy otra tú.
Eso, soy otra vos, y otra voz, y soy miles de voces que, tomándole un verso a Neruda gritan, gritamos: sube a nacer conmigo, hermana!!!
Porque siempre, siempre, se puede volver a nacer.
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