1.- Exige información, seguridad e higiene en los alimentos frescos y envasados que vayas a consumir.
2.- Compra productos etiquetados: la etiqueta es una garantía de seguridad.
3.- No adquieras productos que hayan rebasado su fecha de caducidad o de consumo preferente.
4.- Compra aquellos alimentos en los que te garanticen una identificación y un control desde su origen.
5.- Al comprar productos congelados asegúrate de que no se ha roto la cadena del frío.
6.- Evita las contaminaciones: protege los alimentos con papel de uso alimentario. Es imprescindible separar los crudos de los cocinados.
7.- Los aditivos alimentarios autorizados por la unión europea cumplen los requisitos de seguridad para un uso y consumo determinados.
8.- Los organismos modificados geneticamente identificados y etiquetados según la legislación, están autorizados por la unión europea.
9.- No te dejes llevar por las alegaciones terapeúticas, preventivas o curativas de algunas marcas, sólo son reclamos publicitarios.
10.- Compra en establecimientos que garanticen una correcta manipulación de los alimentos, tanto en su preparación como en su conservación.