La
enfermedad se diagnostica realizando una biopsia ó examen
anatomopatológico de la zona afectada, que sólo se hace en casos en los
que la extensión es grande o la zona afectada puede comprometer otras
actividades orgánicas ó en caso de complicación por infección, para
conocer el tipo de microorganismo causante.
- Ejercicio físico diario.
- Evitar golpes en las zonas donde esté presente.
- No llevar ropa muy ceñida.
- En casos de dolor, baños de agua templada, aplicación de calor si hay infección.
- Antibióticos si se presenta infección.
Las
inyecciones tan al uso en determinadas modas o épocas, de sustancias
todas ellas ineficaces, sólo puede conducir a crear más problemas en la
zona.
Infiltraciones
de fármacos que se suponen absorben la grasa, no tienen base científica
alguna demostrable y cualquier hematoma o rotura de vaso en la zona
puede servir para diseminar aún más la
enfermedad.