Según
la Organización Mundial de la Salud, la neurosis es un estado con
alteraciones mentales sin base orgánica; una enfermedad subjetiva en la
cuál el enfermo no confunde sus experiencias y sus contenidos
imaginados con la realidad externa; y aunque el comportamiento puede
estar muy afectado no hay desorganización de la personalidad.
Los neuróticos son sujetos con baja autoestima, sentimientos de
inferioridad, inseguridad, todas estas cualidades hacen que la persona
no pueda tener una buena imagen de sí mismo por lo cual no se acepta, a
sí mismo y esto crea una gran ansiedad en el individuo.
Aunque exista este conflicto psicológico podemos verificar que en las
neurosis siempre se conserva la capacidad de razonamiento íntegra.
En cuanto al plano interpersonal y profesional, estas personas
suelen tener problemas. Por un lado, en cuanto a sus relaciones, no son
dados a tener muchas amistades, si, como hemos visto, no se pueden
aceptar a sí mismos, les resulta incluso más difícil aceptar a los
demás. Por otro lado, en el marco profesional, todos sus síntomas les
impiden realizar su trabajo adecuadamente.
Las neurosis más importantes o frecuentes: neurosis de angustia,
neurosis fóbica, la neurosis obsesiva, la histeria y la hipocondría.
Las
neurosis suelen tener un curso crónico, pero con fluctuaciones, es
decir, habrá momentos normales y momentos de punto máximo.
Las neurosis pueden tratarse de distintas formas, según cada caso.
Podría utilizarse la psicofarmacología, el psicoanálisis formal o la
modificación de conducta, siempre teniendo en cuenta cada cuadro
clínico.
Debemos subrayar que en las neurosis, a veces, el tratamiento psicofarmacológico proporciona un alivio sólo momentáneo.