Las personas que tienden a preocuparse mucho por las cosas o que son
muy perfeccionistas tienen más probabilidades de tener problemas de
ansiedad. A este tipo de personas a veces les cuesta mucho aceptar los
errores que podrían cometer o sacar menos de un 10. De este modo,
incluso sin pretenderlo, pueden estar presionándose demasiado a sí
mismos. En este tipo de situaciones es fácil que aparezca la ansiedad
ante los exámenes.
Los estudiantes que no se han preparado bien el examen pero a
quienes les importan los resultados que pueden obtener también es
probable que experimenten ansiedad ante los exámenes. Si sabes que no
te has preparado el examen, es lógico que te preocupe sacar mala nota.
Una persona puede tener la sensación de que no está preparada para
hacer un examen por diversos motivos: puede no haber estudiado lo
suficiente, puede encontrar demasiado difícil la materia, o tal vez
esté cansado porque no ha dormido lo suficiente la noche previa al
examen.