Las vacaciones nos invitan al descanso merecido de todo un invierno dedicado al esfuerzo, el trabajo, estudio y a veces las 2 cosas. También es un tiempo para meditar y reflexionar.
Os invito a tumbaros debajo de una frondosa parra con unas esperanzadoras y jugosas uvas, y mirando las hojas que mueve el viento, los insectos revolotean, yendo viniendo la plácida brisa que nos lleva a un estado casi meditativo ¿Una mecedora, una hamaca, una buena tumbona?. En nuestra mano un jugo fresquito de fruta, en este momento el mundo es perfecto, no queremos pensar más.
Detrás de nosotros un vendaval interrumpe nuestra quietud, nuestro sosiego, y dice:
– Mamá me voy
– ¿Has estudiado? Oye, ¿no estás dejando pasar los días?, luego entrarán las prisas.
– ¡Que plasta!, siempre igual te he dicho que luego.
– Ya, luego es mañana y así un día y otro y en septiembre, a ver quien recupera.
Esa es una de las canciones del verano que menos nos gustan y que más cantamos los padres.. Pero, el hecho de ser adolescente y disperso no indica que necesariamente se tenga que estar ligado al suspenso. Muchas veces, niños, adolescentes y gente madura dedicamos mucho tiempo al estudio, es un trabajo intelectual duro, se necesita concentración y memoria. Existen muchas técnicas de estudio que facilitan nuestro trabajo, disciplina para mantener una regularidad en el hábito de estudio… Por mi parte puedo daros algunas pistas y ayudas que por medio de la dieta nos proporcionarán una base sólida, tanto a nivel químico de la misma neurona, como energéticamente a nosotros mismos, no olvidemos que somos lo que comemos.
En los niños existe una especie de adicción por los dulces, no en todos, es verdad, pero algunos se compran bolsas enteras de chuches que devoran diariamente, ese azúcar refinado les hará entrar en un estado de hiperglucemia-hipoglucemia provocando estados de excitación-depresión, es el clásico niño hiperactivo permanentemente oscilando entre el grito de protesta y el lloro de la frustración, (ya me diréis si así puede concentrarse alguien, ni tan siquiera los padres). Así mismo ese exceso de azúcares favorece las infecciones, por parte de levaduras, bacterias y parásitos que les harán faltar a clase más de una vez. Con el consumo de productos azucarados no sólo disminuiremos la concentración mental y el sistema inmunológico, sino que habrá más caries y a largo plazo más propensión a las adicciones y a las depresiones en el adulto.
Para empezar a desengancharlos lo sustituiremos por frutos secos dulces, pasas, orejones… y aumentaremos los cereales integrales, tipo arroz integral y muesli. Podemos empezar a presentárselo en forma de revuelto para picar o triturado en papilla.
Para reponer la falta de vitaminas que ocasiona la ingesta de azúcares refinados trituraremos a partes iguales, levadura de cerveza desamargada, polen y germen de trigo en copos, y administraremos una toma diaria de una cucharada sopera, se lo podemos añadir a la leche, al zumo o a los cereales. La vitamina B es indispensable para nuestro sistema nervioso, la levadura de cerveza es un alimento que la incorpora, el fósforo también es necesario y la lecitina de soja es una buena fuente al ser esta un fosfolípido, 1 ó 2 cucharadas diarias serán suficientes, a los chicos les suele gustar su sabor, si no también están están en el mercado en forma de comprimidos. Para favorecer la concentración mental tomaremos cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, estos últimos moderadamente, verduras cocidas, sopas y potajes y evitaremos el azúcar, el alcohol, los enlatados y congelados así como el exceso de ensalada que Yinnifica nuestro estado y nos hace estar más disperso.
Si nos ponemos a estudiar y necesitamos una bebida milagrosa que nos mantenga despiertos y atentos en las largas sesiones nocturnas preparatorias de exámenes, el café, el mate y los colas deben de ser descartadas. La cafeína produce una excitación momentánea e irritación del sistema nerviosos debido a los alcaloides que lleva la cafeína, dará paso a una caída en picado, sumiéndonos en un atontamiento donde tenemos que volver a empezar para espabilarnos.
Para resolver el conflicto una bebida realmente tonificante y beneficiosa para el estudio sin dañar nuestro sistema nerviosos será una infusión de romero, menta y ajedrea, a partes iguales a razón de una cucharada de la mezcla por taza de agua. Os aseguro una velada de estudio donde el estimulo es verdaderamente agradable, sólo hay que tener cuidado si sois hipertensos pues el romero no está muy indicado. El horario de estudio tiene que ser interrumpido, de cada hora, al menos 15 minutos, no mantenerse en sitios cerrados y cargados, si podemos pondremos un ionizador y ventilaremos de vez en cuando, la música sin cantantes aunque tengan otro idioma pues el cerebro diversifica la atención, el teléfono móvil fuera.
La homeopatía puede también ayudarnos. Tomaremos en esas épocas estresantes de exámenes Kalium Phosphoricum 15 ch, 5 gránulos 2 veces al día. Y para el día anterior al examen tomaremos Gelsemium 30 ch, 10 gránulos la víspera y 10 gránulos 1 hora antes del examen. Acordaos: buenas técnicas y hábito de estudio, tiempo suficiente, comida equilibrada y alguna ayuda con vitaminas, plantas medicinales y homeopatía, correcciones posturales de escoliosis o de vez en cuando un buen osteópata y nada será igual. Ahora solo tendréis que recordarles permanentemente a vuestros hijos que se tomen el muesli, que no coman chuches, que se tomen la lecitina, que no beban colas, que…en fin. ¡Qué os voy a contar!.