En ocasiones, durante el divorcio los padres están tan ensimismados en
sus propios problemas que puede parecer que tu vida está en suspenso.
Además de centrarte en tus planes y sueños, asegúrate de participar en
todas las actividades que practicas habitualmente. Cuando hay muchos
cambios en casa, realmente ayuda seguir manteniendo algunas rutinas
fuera de casa, como las actividades escolares y los amigos.
Si la
situación en tu casa es demasiado complicada, tal vez puedas quedarte
en la casa de un amigo o de un pariente hasta que todo se calme.
Cuídate comiendo bien y haciendo ejercicio con regularidad: ¡son dos
magníficas formas de hacer frente al estrés!