Porque la comida se sirve en ellos es rica en grasa, azúcares y sal, nutrientes
que deben limitarse en nuestra dieta. No pasa nada por acudir a estos
restaurantes de vez en cuando, pero no pueden transformarse en la
base de nuestra alimentación. Además el éxito está en la variedad. Si
eres un adicto a estos establecimientos recuerda que tomar comida
rápida no significa comer rápido, y que hay muchos tipos: pizzerías,
hamburgueserías, bocaterías, sandwicherías, kebbabs… ¡varía!