Porque estás creciendo y seguramente también te mueves mucho.
Además estás cambiando psicológicamente y tendrás problemas nuevos a
los que no siempre sabes cómo enfrentarte, y eso causa una ansiedad que
a veces intentamos resolver comiendo.
Intenta ser
regular en las comidas. Come cuando tienes que comer. Si haces un buen
desayuno y comes algo ligero a media mañana, aguantarás sin problemas
hasta la hora de comer. Merienda y cena, y si tienes hambre entre
horas, tómate una fruta. Será suficiente.