Estos cambios afectan sobre todo a la proporción de los tejidos libres de grasa y de la grasa.
Existen grandes diferencias en ambos sexos.
En los varones, el incremento de los tejidos no grasos, esqueleto y músculo principalmente es mucho más importante. Entre la edad de 10 y 20 años el varón aumenta su masa libre de grasa de 27 a 62 kg (35 kg), mientras que el aumento en las chicas durante el mismo período es aproximadamente la mitad (18 kg), pasando de 25 a 43 kg.
Por el contrario las niñas acumulan mayor cantidad de grasa. Teniendo en cuenta que los tejidos libres de grasa representan la parte metabólicamente activa, las diferencias sexuales durante el brote de crecimiento tienen una repercusión muy importante sobre los requerimientos nutritivos en la adolescencia.