La cafeína, un alcaloide obtenido del café, el té y otros vegetales, es un estimulante del sistema nervioso central, que aumenta los niveles de serotonina en el cerebro, provocando una sensación de euforia y fuerza durante algunas horas. La cafeína ayuda a combatir el sueño, alivia el cansancio mental y acelera el metabolismo, además de ayudar a la eliminación de líquidos del organismo por su efecto diurético. Sin embargo los especialistas no han querido recomendar el aumento del consumo del café, debido a las consecuencias negativas que puede tener para otros aspectos de la salud. Cuando se toma en dosis muy altas, la cafeína produce una aceleración del ritmo cardiaco, irritabilidad, ansiedad y nerviosismo, insomnio, dificultades digestivas y falta de concentración. El café también contiene otros ingredientes que pueden elevar el colesterol.
Según los expertos, el consumo de 200 a 300 miligramos de cafeína al día no presenta ningún riesgo para la salud, (dos o tres tazas de café diarias). Pero a pesar de su nombre, la cafeína no se encuentra tan sólo en esta bebida, por lo que debe tenerse en cuenta para tomar precauciones. Podemos encontrarla también en los refrescos de cola (40 mg.), en una taza de té (30 mg.), en una onza de chocolate (20 mg.) o en dos tabletas de analgésico con cafeína (130 mg.). También es importante recordar la utilizan algunos remedios para perder peso.
Es importante tener en cuenta que la cafeína crea adicción, aunque levemente, no tiene valor nutricional y su uso regular se asocia generalmente a la dependencia. Más de 99% de la cafeína ingerida oralmente se absorbe rápidamente, y sus efectos se dejan sentir ya a los 15 o 20 minutos.
