Una mínima disciplina a la hora de ingerir los alimentos es suficiente para prevenir la aerofagia. Sin embargo, en el caso de sufrirla, tenemos a nuestra disposición un sinnúmero de remedios naturales para atajarla. Por ejemplo, el carbón vegetal – que se puede encontrar en cápsulas – tiene una gran capacidad de absorción que facilita la eliminación de gases; el hinojo también resulta de gran utilidad porque, a causa de sus propiedades antiespasmódicas, alivia el dolor de estómago y la digestión pesada. Por su parte, otras plantas sirven para estimular la producción y el drenaje de la bilis, como el diente de león, el romero, la salvia o el tomillo.
