En los últimos 20 años quedó comprobado que la presencia de una buena
cantidad de fibra en la dieta previene enfermedades cardíacas y protege
contra distintos tipos de cáncer, en especial el de colon, que tiene
una gran incidencia debido a malos hábitos dietéticos. La clave para una buena alimentación consiste en elaborar una dieta
variada, con cantidades equilibradas y sin excesos. En este sentido
conviene restringir el consumo de productos ricos en azúcar, hidratos
de carbono y grasa, porque todos estos componentes provocan
arteriosclerosis. Pero las que no pueden faltar son las hortalizas, las frutas y las
verduras de hoja porque aportan fibra, generan poco aumento de
colesterol, de los triglicéridos, que son la grasa de la sangre y
disminuyen los riesgos de sufrir diabetes, mientras que el pescado
protege contra los trastornos cardíacos.
