La
buena noticia es que existe una respuesta. La mala noticia es que la respuesta representa
trabajar aún más duro.
Investigaciones demuestran que perder esos
últimos kilos requiere de un aumento significante en la intensidad del ejercicio, uno que
le permite lograr y mantener un 80 a 85 por ciento del nivel máximo de su corazón una o
dos veces por semana. Cuando tú logras llegar a este nivel, tú te da a tu metabolismo un
empuje adicional; además, los beneficios de ese empuje duran más, así que quemas más
calorías y grasa cuando descansas, no sólo cuando estás haciendo ejercicios.
Aunque la idea de trabajar más duro y más
rápido que de lo ya acostumbrado puede ser una verdadera hazaña, también, sin embargo
puede ser un proceso placentero si lo ve de la forma correcta. Me gusta incorporar
entrenamiento por intervalos, lo que significa aumentar la intensidad de los ejercicios
por etapas cortas, y después recuperarme manteniendo un paso normal.
Así que, por ejemplo, si camino por 30
minutos, alternaré tres minutos para caminarlos como digamos tres minutos (sin correr
tres minutos ) con intervalos de tres minutos a paso normal. (Recuerda que el
entrenamiento por intervalos se puede aplicar a cualquier actividad aeróbica, ya sea
nadar, trotar o montar bicicleta).
Si tú haces ejercicios sola, trata de
formar parte de una clase, así puedes obtener el ánimo necesario por parte de otras
personas para trabajar más duro. También puedes tratar de hacer ejercicios mientras
escuchas música más rítmica de la acostumbrada.
De igual manera, considera incorporar a tu
vida cotidiana algunas nuevas maneras de aumentar las calorías que quemas, como por
ejemplo estacionar el auto más lejos del trabajo y caminar apresuradamente la nueva
distancia, o tomar las escaleras en vez del ascensor. Y cuando suene el teléfono, no
levantes la extensión más cercana. (Un estudio que acabo de leer concluyó que una
persona normal caminaría unas 17 millas adicionales anualmente, si sólo tuviera un
teléfono en la casa. Esto me parecía raro hasta que un día hice mis propios cálculos.
Ahora me parece completamente posible.) Lo importante es buscar nuevas maneras de aumentar
quemar las calorías.
También recomiendo mantener un récord
diario de tu dieta y tus actividades por una o dos semanas. El motivo es que tú, como
muchos de nosotros, puedes en realidad estar subestimando las calorías que comes y
sobreestimando el ejercicio que haces. Necesitas una manera de mantenerte honesta al
respecto. Apuntando todo lo que pasa por tus labios, mejor verás tus malos hábitos en
cuanto a la alimentación que adoptas inadvertidamente.
Trata de apuntar la frecuencia y el
período de tiempo que haces ejercicios, podrás validar tu régimen de ejercicios. Por
medio de estos sistemas de auto evaluación, podrás descubrir que la dieta que pensabas
que seguías, en realidad no es tan moderada como creías, y que tus cuatro sesiones de
gimnasia o ejercicios, en realidad eran sólo dos.
En resumen, esta es una receta garantizada
para perder esos últimos 5 kilos. Pero antes de seguir este plan, asegúrate de que en
realidad necesitas perder peso. Como esas tres jóvenes que encontré en la sala de damas,
que no tenían 5 kilos que perder en conjunto, no caigas presa a la noción falsa de que
una nunca puede ser demasiado delgada. Pregúntate si quieres perder el peso porque
quieres lucir como, digamos, una actriz o modelo. ¿Lo haces por ti misma, o para lucir
para otra persona? Y después de perder esos kilos, ¿quedarás satisfecha? Recientemente
vi una tarjeta postal que mostraba a una mujer frenética haciendo ejercicios, y decía:
“Estoy tratando desesperadamente de perder peso para volver a tener el mismo peso que
tenía cuando pensaba que estaba gorda.” Aunque me reí, no pude dejar de pensar que
hay muchas mujeres que están en el cuarto de damas de un lujoso restaurante o frente a un
espejo en su hogar y que no entenderían el chiste.