La elaboración de una alimentación saludable, nutritiva, no
requiere de grandes esfuerzos ni de mucha ciencia; en realidad buena parte de los
alimentos que generalmente preparamos son bastante aceptables y algunos sólo requieren de
ciertas modificaciones, aunque también existen otros que si bien no se trata de
excluirlos por completo de nuestra mesa, si es más que conveniente limitar su consumo.
Lo primero que debemos hacer para preparar nuestra alimentación, es
considerar alimentos de todos los grupos, de esta manera conseguiremos que contenga todos
los nutrimentos.
Los alimentos se clasifican en función del contenido de
nutrimentos, de esta manera se garantiza que se consumirá cada uno de ellos en cantidades
suficientes. Los grupos son: alimentos de origen animal y leguminosas; cereales y
tubérculos; frutas y verduras; y azúcares y grasas.
La base de la alimentación, es decir, el grupo del que debemos
obtener el mayor porcentaje de energía es el de los cereales y tubérculos: maíz
(tortillas, por supuesto), trigo (el pan), arroz, avena, centeno, papa, camote, etc. De
este grupo además de energía obtenemos algunas vitaminas y minerales, y, si son
integrales, fibra, un elemento adicional de los alimentos que es importante en la
prevención de enfermedades graves como el cáncer, afecciones del corazón, la diabetes y
otras.
Para obtener proteínas, que son los ladrillos de los que está
hecho nuestro cuerpo, y además participan en otras funciones igualmente importantes,
consumimos los alimentos de origen animal y las leguminosas. Aquí consideramos a las
carnes, sean de res, aves, pescado, cerdo o cualquier otro animal, además de la leche y
sus derivados (con excepción de la mantequilla, la crema, el queso crema, la leche
condensada), el huevo y, como leguminosas, el frijol, las lentejas, las habas, la soya,
etc. La cantidad a consumir va a depender de las características de cada persona, pero es
importante recalcar que deben evitarse los excesos, sobre todo de las carnes rojas, que
son ricas en grasa saturada y colesterol.
Las frutas y verduras, por su parte, son la principal fuente de
vitaminas y minerales. Es importante consumir las de temporada e ir variándolas, tanto
para hacer más atractivo su consumo como para asegurarnos de que consumimos de todas las
vitaminas y de todos los minerales.
El grupo de las grasas y los azúcares incluye el aceite, la crema ,
la manteca, la mantequilla y la margarina, el refresco, el azúcar de mesa, dulces, leche
condensada, etc. Este grupo debe consumirse en forma limitada. En el caso de las grasas,
lo mejor es preparar los alimentos con aceite y no con manteca.