Parecer un camaleón ya no resulta complicado.
Tintes, mechas o baños de color, aplicados con productos naturales o químicos, permiten cambiar la tonalidad del cabello natural, en función de los gustos o necesidades de cada uno.
Con los nuevos sistemas para dar color al cabello ya no resulta tan complicado acceder a un look diferente cada temporada.
Antes, teñirse el pelo resultaba tan engorroso que era una práctica relegada solo para aquellas personas con canas. La posibilidad de verse con un color diferente de cabello no compensaba con lo laborioso del proceso.
Actualmente las cosas han cambiado. Existen numerosos productos en el mercado que facilitan el acceso al cambio de tono. Tintes naturales o baños de color que desaparecen con los lavados, facilitan el que ya no sea una apuesta tan arriesgada.
MÉTODOS PARA CAMBIAR EL COLOR DEL PELO
El nuevo color en el cabello se puede introducir a través de las mechas, de los baños de color y de los tintes químicos. Elegir una opción u otra va en función de las necesidades o gustos que se tengan.
Las mechas
Las mechas son un teñido parcial del cabello. Se pueden realizar mediante tinte químico o mediante decoloración. Con el tinte, lo que se hace es cubrir el color natural del cabello y, como mucho, puede aclararse tres tonos el color propio. Cuándo se parte de un pelo claro y lo que se pretende es hacer unas mechas más oscuras el procedimiento será menos complicado.
Mediante la decoloración lo que se consigue es levantar el color natural, en vez de cubrirlo. El color final dependerá del tiempo que se esté con el producto. Cuánto más tiempo más blanquecino y viceversa.
Baños de color
Mediante los baños se puede cambiar el color de todo el cabello. Para realizarlo se puede usar un tinte vegetal o uno químico, pero con poca oxidación. Ambos sistemas se eliminan con los lavados.
El tinte vegetal es un producto sin oxidación. Se trata de las conocidas hennas, barros o tierras. Su finalidad no es tanto el cambiar el tono del cabello, sino más bien aportar brillo y algún ligero reflejo. Por otra parte, están los tintes químicos con baja oxidación. Con ellos se consigue transformar el color del pelo, aunque en menor medida que con un tinte tradicional. Pueden oscurecerlo pero nunca aclararlo. Es decir, a un cabello rubio natural, un baño nunca podrá aclararlo, como mucho se consigue darle más brillo.
Los tintes
Están reservados a cubrir la totalidad del cabello. Se realizan con productos químicos con mayor oxidación y su finalidad es cambiar totalmente el color del pelo con una larga duración. Especialmente indicados para personas con gran cantidad de canas.
Elegir un color
Es muy importante tener en cuenta el color de piel antes de decidirse por un color de tinte otro. Así, las pieles blancas admiten casi todos los colores, el único límite lo pone el grado de atrevimiento. Para mayor seguridad, es importante que el color del pelo, dé luz a la cara. Aunque pueden atreverse con todo, les van los rubios, castaños y marrones. El negro intenso es apto solo para las más jóvenes. Para las pieles morenas están reservados los tonos rojizos y caobas ya que dan más luminosidad al rostro.