Preparativos en el jardín
Todo jardín requiere una atención especial. Una vez por semana, realice una carpida superficial de la tierra de los canteros sin llegar a las raíces.
De esta manera desarmará la primera capa de tierra que suele endurecerse y permitirá el ingreso de oxigeno.
La evaporación es un problema característico del verano; para mantener la humedad del suelo, coloque alrededor del pie de cada planta una capa de mantillo.
Este elemento se consigue en los viveros y puede ser de hoja de pino o viruta. Otro beneficio que otorga el mantillo es que al impedir el paso de la luz crea una atmósfera oscura que impide el desarrollo de los yuyos.
Cuando descubra flores marchitas, quítelas de inmediato, así evitará que la planta derroche energía en la producción de semillas y genere una nueva floración.
En caso de algunas especies como la cretona es fundamental quitar la espiga floral ni bien aparece, porque si ésta florece la planta indefectiblemente morirá.
Llevar a cabo una poda liviana para que las especies que lo requieran no se deformen, es un buen recurso para evitar el crecimiento desmedido y la invasión del vegetal hacia zonas donde no estaba previsto.
Recuerde que esta tarea se realiza durante las horas de la tarde y es necesario regar previamente el suelo.
Diseñando el jardín
Es tiempo de diseñar un jardín con encanto y color.
Aquí te contamos qué especies elegir y como cuidarlas.
Vive esta tarea al máximo, disfrutándola con la alegría que tus flores te regalan…
Hay flores que no necesitan de grandes cuidados pero sí de cierta atención para que duren más tiempo.
Con respeto a las anuales y la herbáceas es importante cortar la flor una vez que ésta se seca.
Así evitará que se forme el fruto y generará una segunda floración.
Cada 15 días remueva la tierra suavemente para no dañar las raíces. La idea es aflojar la tierra y sacar las malezas. En esta oportunidad agregue una cucharada de harina de hueso para enriquecer la tierra.
Los riegos dependen de cada especie, pero conviene no bajar de los tres riegos semanales, siempre durante la horas de menos sol: bien temprano por la mañana o al atardecer.
Una vez por mes rocíe sobre el follaje fertilizante foliar a base de fósforo para que las plantas reciban un shock de nutrientes.
Cultivando el jardín
No es necesario se una experta para cultivar su propio jardín partiendo de semillas. Si no lo ha hecho antes, empiece con las de tipo anuales que le darán resultados rápidos y seguros. Claro que es muy probable que se incline por las especies más difíciles o más interesantes, como cactus, cicadáceas y helechos (que en realidad crecen a partir de esporas y no de semillas), pero sepa que este tipo de cultivo requiere cierta experiencia.
No es así con muchísimas especies perennes de interior, que germinan con lentitud pero con mucha facilidad. Si está decidida a formar un gran jardín, opte por sembrar. Eso sí, para dar lugar a una cantidad interesante de ejemplares, hágalo en bandejas, de lo contrario, puede utilizar recipientes de plástico o de cerámica, que ocuparán menos espacio.
Cultivando paso a paso:
1)- Llene la bandeja sin compactar con compost para semillas, el de marga y turba sirve igual para la mayoría de las semillas. No utilice compost para macetas, ya que contiene un nivel más alto de nutrientes y puede inhibir la germinación.
2)- Iguale el nivel de compost con la ayuda de una tabla o de un pedazo de cartón. Luego afirme suavemente con un prensador o un trozo de madera que se acomode a la bandeja. Cerciórese de que el compost continúe nivelado.
3)- Esparza las semillas con todo cuidado y procurando que queden lo más repartidas posible por la superficie. Una buena forma para hacer esto con semillas pequeñas es ponerlas en una hoja de papel que irá golpeando suavemente con el dedo a medida que la desplaza por encima de la superficie.
4)- A menos que las semillas sean muy finas o que el sobre diga que deben dejarse expuestas a la luz, reparta un poco más de compost por encima de ellas. Como guía, cubra con una capa de compost de un grosor similar al de las semillas. Use un colador viejo de cocina para esparcirlo por encima. Así no pasarán los trozos grandes y es más fácil extenderlo de modo uniforme.
5)- Riegue con cuidado utilizando una regadera que tenga una roseta con orificios muy finos. Si no, colóquela en una palangana con agua. Coloque una bandeja en un propagador o cúbrala con un cristal. Siga las instrucciones del sobre de semillas sobre los niveles necesarios de luz y temperatura.
Conseguir un jardín bien tupido
Para que su jardín se vea colmado de plantas, puede hacerlo multiplicarse con una sencilla técnica, dividiéndolas. La división de matas es un sistema infalible para obtener nuevas plantas a partir de las que ya tenemos.
Puede ponerlo en práctica en especies como clivias, agapanthus, gazanias, papiros, verbenas, frutillas, marantas e hipéricos. Los helechos deben dividirse en setiembre y las plantas de interior en agosto.
Para comenzar, seleccione las plantas que tengan brotes laterales y retírelas de la tierra o de las macetas. Separe las plantas con un cuchillo filoso sacando las hojas y la raíz de cada uno de los nuevos ejemplares que desee formar.
Una vez que las haya dividido agregue una cucharada de harina de huesos y una de abono de lombriz en la maceta o el terreno donde colocará la planta. Plante inmediatamente y mantenga la tierra bien húmeda durante los primeros días. Recuerde que debe proteger a las nuevas plantas del viento y el frío de la noche.
Por otro lado, tenga en cuenta que el otoño es la estación ideal para dividir especies perennes, que se pueden plantar en cualquier momento del año y crecen rápidamente.
Sin embargo, si el suelo es demasiado pesado o húmedo conviene postergar este tipo de trabajos hasta la primavera para que no sufran durante el invierno. Tendrá un esplendoroso paisaje que ver, una vez en flor.