Las redes sociales al igual que la inclusión de la tecnología en el día a día, ha generado que las nuevas generaciones utilicen el móvil a más temprana edad. Anteriormente, era un dispositivo únicamente para negocios, llamadas, comunicación, etc. Hoy en día se ha diversificado su uso, pero eso puede traer consecuencias negativas. Una de ellas, es el no tener control sobre el contenido que los menores de edad vean en el móvil. ¿Cómo pudieras monitorearlos? ¿Existe alguna manera fiable? Adentrémonos en el tema.
Primero que nada, se debe considerar que usar el móvil sin monitoreo podría considerarse como un acto irresponsable por parte de los padres. ¿Por qué? puesto que existen diversos peligros dentro de internet, no solo en redes sociales, sino en foros, apps de mensajerías, etc. Todos ellos suelen ser foco de personas malintencionadas, que buscan perjudicar de alguna u otra manera a los más inocentes (menores de edad). ¿Qué hacer en ese sentido? necesitarás tomar medidas.
Las medidas necesarias implican prevención, y además aplicarlas durante un periodo establecido para lograr efectividad. Los expertos indican que los padres deben primero charlar con sus hijos/as a fin de advertirles sobre los posibles peligros que están asociados al internet. Estas charlas servirán como preparativo ante una posible amenaza.
Algunas de esas medidas implican también controlar las horas en las que el menor de edad utiliza el móvil. Durante las noches, no es recomendable que permitas que vayan a la cama usando el dispositivo, ya que además de ser un portal de comunicación para acechadores, tendrá repercusión en sus horas de sueño (la calidad del descanso).
El uso de las pantallas puede causar adicción y trastornos de sueño. En DetectivesPrive disponen de expertos psicólogos que han tratado el tema con profundidad, así que de esa manera podrás informarte con mayor precisión.
Por otro lado, puedes monitorear el uso del móvil utilizando aplicaciones especializadas. En gran medida esta es una técnica eficiente, aunque debes primero notificar a tu hijo sobre ello. De lo contrario caerás en un acto considerado como ilegal. Por ende, siempre se debe indicar al dueño del móvil sobre este tipo de situaciones. La privacidad de alguien, aunque sea menor de edad, es tema delicado.
Las apps de monitoreo para el móvil de nuestros hijos ayudarán a mitigar los peligros de internet
Ahora bien, ya aclarado el punto anterior, pasemos a enfocarnos en las apps especializadas de monitoreo móvil. Estas se tratan de programas, o software específico codificado con una sola función: observar y controlar las acciones que se ejecuten en el dispositivo. Estas existen en un extenso mercado, con gran variedad de opciones. Entre ellas destacan mSpy, Spizie, Hoverwatch, entre otras.
El uso de este tipo de software no requiere de ser experto en informática. Están hechas de tal manera que los padres y madres, incluso aquellas sin experiencia en el ámbito, sepan implementarlas. En la mayoría de los casos, solo será cuestión de tomar el móvil del pequeño/a físicamente hablando y realizar una instalación. Su compatibilidad es tanto para Android, como para iOS por igual.
¿Qué ventajas ofrece su uso? dado a que es una duda muy común, aquí te las presentamos en modo de lista:
- Conocer el contenido de las conversaciones de su hijo/a, en Messenger, WhatsApp, Telegram y otras.
- Saber detalladamente la ubicación de su móvil, en tiempo real a través de geolocalización GPS.
- Grabar el contenido de la pantalla.
- Establecer notificaciones para cuando el niño o niña escriba o reciba ciertas palabras clave.
- Apagar o encender el dispositivo de forma remota.
- Conocer cuales teclas han sido pulsadas a través de Keylogger.
Todas y cada una de las funciones y ventajas mencionadas se llevan a cabo de forma remota. Es decir, el padre no necesitará estar encima de su hijo/a, sino que iniciará sesión en un panel de control online para verificar la información. Por ende, habrá menor estrés y preocupación en cuanto a la seguridad de su familia.
De hecho, las apps de monitoreo pueden rastrear varios dispositivos a la vez. Esto es útil sobre todo en familias grandes. No obstante, una vez más recalcamos el hecho de que siempre se le debe notificar al dueño del móvil sobre el uso de estas herramientas.
Eso sí, debes saber que no todas las apps que profesan ser efectivas lo son. Muchas están camufladas con cierto atractivo al público, pero son en realidad estafa. Se debe ser muy cauteloso al momento de escoger una. Por ejemplo, mSpy es una excelente opción, que cuenta con la opinión de millones de usuarios alrededor del mundo. ¿Qué te parece?
La protección de tus hijos debe ser prioridad, y en eso entran las app de monitoreo
La protección de los hijos es prioritaria en cualquier momento, las aplicaciones son parte de la solución, pero no por ello debes descuidarlos. Charla sobre el uso de redes sociales, y sobre medidas como evitar entregar datos a desconocidos. Además, procura siempre conocer sus inquietudes, saber quienes son sus amistades, o ámbito social en donde se desenvuelve.
También considera que debes tener acceso físico al móvil. Aunque siendo padres, esto no significa alguna dificultad. Debes tratar también de no obsesionarte con el monitoreo de las actividades, ya que puede ser perjudicial y causar inseguridades en tu hijo/a. La base de todo es la comunicación en familia, y eso evitará muchos problemas a corto y largo plazo.
Un buen ejemplo de uso para las apps de monitoreo es la resolución de casos policiacos. Muchas veces los smartphones dejan rastros a través de señales por GPS, que pueden ser captadas por dicho software. De esa forma podrá darse con el paradero de la víctima, y servirá como prueba irrefutable ante un juez para encarcelar al culpable.
Finalmente, también nos gustaría acotar que ante cualquier duda sobre la legalidad del monitoreo aplicado a hijos/as, lo mejor que puedes hacer es consultar a un abogado. Una cosa es estar pensando en la seguridad, y otra caer en malas prácticas u obsesión. ¿Tomarías medidas preventivas por el cuidado de tus seres queridos? Existe un límite entre la preocupación y la obsesión.