Prevenir y actuar ante un corte de digestión
El verano es una época propicia a los cortes de digestión. El calor, las comidas y las ganas de refrescarse y darse un buen baño a veces pueden jugar una mala pasada.
El corte de digestión generalmente se produce cuando una persona se introduce bruscamente en agua fría durante la digestión.
El cambio de temperatura produce una contracción de los vasos sanguíneos que puede reducir el aporte de sangre al cerebro. Esto, unido al ejercicio físico, como nadar, reduce aún más la irrigación cerebral y facilita una pérdida de conciencia en el agua e incluso puede provocar el ahogamiento.
¿Qué hacer si se produce un accidente de este tipo?
Es imprescindible sacar al afectado del agua cuanto antes. Si está consciente, facilitarle algún flotador o salvavidas, o incluso una cuerda para que pueda agarrarse. Si está inconsciente, será necesario que un socorrista o una persona experimentada lo saque del agua.
Para prevenir un corte de digestión, es imprescindible esperar al menos dos horas después de la comida. Al entrar al agua, hay que hacerlo poco a poco, mojándose primero las muñecas y la nuca.