Componentes de la ansiedad
Estos síntomas pueden clasificarse en tres modos o sistemas de respuestas: subjetivo o cognitivo, fisiológico o somático, y motor o conductual. Tres componentes de la ansiedad que producen graves molestias al que los sufre y que pueden ser controlados y eliminados con el adecuado tratamiento.
El subjetivo o cognitivo
Este componente de la ansiedad está relacionado con la experiencia interna. También se le denomina verbal-cognitivo, e incluye todas las percepciones y evaluaciones subjetivas que se realizan de los estímulos asociados con la ansiedad: inquietud, preocupación, obsesiones, miedo, pánico…y, en general, un estado emocional desagradable diferente de la ira o de la tristeza.
El fisiológico o somático
Los cambios a nivel físico también resultan una experiencia molesta para el sujeto. Se incrementa la actividad del sistema nervioso autónomo, lo que origina la aparición de síntomas externos (palidez, sudoración, temblor…) o internos (aceleración cardiovascular y respiratoria, descenso de la salivación…). Algunos de estas funciones que se ven afectadas pueden ser controladas voluntariamente, como la respiración o la defecación, pero otras sólo lo son parcialmente o resultan involuntarias, como los vómitos o las palpitaciones.
El motor o conductual
Estas respuestas se refieren a las conductas observables que desarrolla una persona. Aunque pueden percibirse estas respuestas en las expresiones faciales y en las posturas corporales que adopta el sujeto con ansiedad, se hace una mayor referencia a las respuestas que utiliza el individuo para evitar las situaciones temidas o escapar de ellas.
Síntomas físicos
La angustia
La diversidad de síntomas que pueden aparecer en el trastorno de ansiedad es muy amplia, a pesar de conservarse siempre la sensación de angustia y preocupación. Para algunas personas, la función respiratoria es el sistema más afectado, para otras el cardiovascular, en otras, son los pensamientos y las emociones lo que genera más problemas…La intensidad de esta sintomatología también varía entre los sujetos. En unos puede llegar a simples sofocos o sensación de agobio, mientras que en otros puede dar lugar a hiperventilaciones y desmayos.
El número de síntomas que aparecen también es muy variable: de 1 o 2, hasta casi innumerables. Del mismo modo, la frecuencia de aparición de las crisis no sigue un único patrón: frecuencias moderadas y regulares (una vez cada diez días durante meses, por ejemplo) o frecuencias más intensas y limitadas (una vez al día durante una semana, p.e.). Incluso estas crisis pueden aparecer en un determinado periodo de la vida y luego desaparecer, o repetirse cada cierto periodo relativamente largo de tiempo (años).
Síntomas respiratorios
- Sensación de necesidad de aire.
- Sensación de ahogo y dificultad respiratoria.
- Respiración entrecortada.
- Sensación de nudo en la garganta que dificulta la respiración.
- Suspiros.
- Dificultad para hablar.
- Bostezos.
Síntomas digestivos
- Boca seca.
- Contracciones en el estómago.
- Dificultad para tragar.
- Ataques súbitos de sed.
- Súbitas ganas de defecar.
- Ataques súbitos de hambre.
- Diarreas.
- Nauseas.
- Exceso de salivación.
- Calor y/o escozor en la región del ano.
- Vómitos.
Síntomas sensitivo-sensoriales
- Equilibrio inestable.
- Vértigo o mareos.
- Aturdimiento.
- Hormigueos.
- Acorchamiento o adormecimiento de las extremidades.
- Visión borrosa.
- Zumbido de oidos.
- Dolores de cabeza.
- Piel de gallina.
- Aumento de la sudoración.
- Desvanecimiento.
- Pinchazos.
- Impresión de que hay moscas volando alrededor.
- Picores.
- Dolores punzantes.
- Aumento de las sensaciones táctiles.
- Flujo nasal, moquillo.
- Sensibilidad extraña al tocar.
Síntomas cardiovasculares
- Taquicardias.
- Palpitaciones.
- Cara enrojecida y sofocos.
- Sensación de frío.
- Sensación de opresión en la zona del corazón.
- Dolor en la zona del corazón.
- Sensación de calor.
- Pinchazos en la zona del corazón.
Síntomas neuromusculares
- Temblor en las manos o en los pies.
- Temblor de las brazos o de las piernas.
- Rápidas contracciones en el rostro.
- Dolores agudos.
- Contractura de las muñecas o de los tobillos.
Síntomas urinarios
- Ganas de orinar.
- Orina frecuente y escasa.
- Orina excesivamente abundante.
- Orina en goteo o a pequeños chorritos.