Desarrolle una relación positiva
– Nos encontrábamos haciendo fila en un aeropuerto para documentar nuestro equipaje, delante de nosotros estaba una pareja de jóvenes, al parecer, estudiantes.
Como la fila avanzaba lentamente, pudimos darnos cuenta de lo que sucedía con ellos.
– Ella era la que iba a viajar. Él sólo la acompañaba en la fila. Ambos se miraban a los ojos y se veían emocionados, disfrutando del último momento.
– Escuchamos que él le dijo en voz muy baja, pero que por la proximidad, alcanzamos a escuchar: “He aprendido mucho de ti, me estás ayudando a ser cada vez mejor… te voy a extrañar y me vas a hacer mucha falta, pero me voy a estar acordando de que tenemos una meta común y que juntos estamos trabajando para algo muy importante, para algo que vale la pena, formar un verdadero hogar”.
– Ella no habló, pero se sonrío y se le iluminó la cara, lo apretó contra su cuerpo y en ese momento, una persona del mostrador dijo: “El que sigue, por favor…”.
Cuando nos toca ser testigos de situaciones como esa, reafirmamos con optimismo nuestra convicción de que sí es posible construir, desarrollar y reforzar una relación positiva como pareja.
Características de una relación positiva
Se puede decir que una relación de pareja es positiva cuando se ha vencido en gran medida el egoísmo y como consecuencia de ello, sus integrantes disfrutan ayudándose y apoyándose mutuamente.
Cuando para cada uno lo más importante es el bienestar y la felicidad del otro, y por lo mismo lo aprecia y reconoce, le da oportunidad para que se exprese libremente, lo toma en cuenta, lo apoya y respeta.
Mutuamente valoran sus cualidades y son realistas reconociendo sus defectos, pero siempre obtienen un balance positivo, puesto que se enfocan a enfatizar y aprovechar lo bueno. Trabajan constructivamente para superar lo negativo.
Las parejas positivas comparten sus alegrías y se unen frente a los problemas. Su trato es natural, bondadoso y amable, con lo cual obtienen equilibrio en la relación y un mutuo y auténtico disfrute.
No necesitan estar en grupos para platicar y compartir, pues se gozan como personas y han sabido desarrollar una verdadera amistad.
¿Sueño imposible?
Seguramente todos desearían tener una relación como la que hemos descrito, pero para muchos eso puede dar la impresión de “ciencia ficción”.
No se pretende decir que construir una relación positiva sea una tarea fácil, ni tampoco que se logra de la noche a la mañana. Para eso no hay recetas de cocina, ni fórmulas mágicas.
Construir una relación positiva es factible, pero implica un proceso continuo que se desarrolla a lo largo de toda una vida. Es como una planta que se tiene que cuidar, regar y abonar una y otra vez para que dé frutos y cuando se hace necesario, requiere de acciones como podar y retirar las hojas y ramas secas para que brote de nuevo.
Difícil, sí, pero no imposible. Es algo que los jóvenes pueden comenzar a construir desde la amistad y luego durante el noviazgo, y continuar construyendo en cada una de las etapas del matrimonio.
Es un error pensar que cuando se ha logrado algo, eso va a durar para siempre. De la misma forma como una planta se seca cuando no se riega, una relación que no se alimenta, se marchita, y si no se cuida… muere.
Los ladrillos que construyen la relación
En toda relación humana se presentan elementos fundamentales que, con paciencia y dedicación de ambos, se pueden desarrollar adecuadamente para convertirlos en los ladrillos que darán cuerpo a una relación positiva.
Algunos de los más relevantes:
– Motivación para desarrollar un proyecto en común: Una pareja debe ser más que un equipo, debe integrarse como una comunidad. Por lo mismo, sus miembros deben iniciar compartiendo una visión, un proyecto de vida, una razón para caminar juntos.
En base a eso, compartir una verdadera pasión por enfocarse en la misma dirección.
– Descubrirse y redescubrirse mutuamente: Es a través del diálogo como ambos pueden conocer los intereses, las preocupaciones, lo que les agrada y desagrada, para aprovechar lo mejor de cada uno y evitar conflictos innecesarios.
Cada vez que haya oportunidad, se debe exaltar lo positivo, reconociendo y agradeciendo lo que la pareja hace por nosotros.
– Respeto: Implica aceptar que aunque existe una relación y se trabaja en equipo, cada persona es un ser único e irrepetible.
Es necesario aceptar al otro con sus cualidades y limitaciones y darle espacio para que pueda crecer y mejorar.
Cuando salen a relucir los defectos, ayuda mucho el pensar en las propias fallas y en la forma como la otra persona nos acepta y nos tolera. Eso ayuda a corresponder de la misma manera.
– Generosidad y entrega: Una relación basada en el amor debe tener como fundamento el dar y el darse.
Todos tenemos defectos, pero cuando hay generosidad, tolerancia y entrega, existe la disposición para superar las dificultades, construyendo sobre las fortalezas y ayudándose mutuamente a mejorar.
– Hacer de la pareja la empresa más importante: Si se quiere que una empresa sea exitosa, hay que invertirle cantidad y calidad de tiempo; dedicarle esfuerzo, creatividad y pasión; entregarse a ella día a día, ya nunca puede afirmarse que se ha hecho lo suficiente.
Siempre hay que buscar nuevas formas para mantener al cliente, para hacerlo sentir importante y sorprenderlo positivamente. Sólo de esa manera, innovando y creando, se puede combatir al gran enemigo de una relación positiva: la rutina.