El rasgo esencial de una persona hipocondríaca es el temor o la creencia de padecer una enfermedad grave.
Lo que lleva consigo una observación atenta y minuciosa de sus sensaciones físicas y una preocupación excesiva y permanente por su salud.
El examen médico del paciente, así como los distintos análisis a los que ha sido sometido no explican nada de todas las dolencias que el paciente dice tener, todo es normal. Pero el sujeto hipocondríaco se encuentra mal y acude a numerosos médicos en busca de contestación. Muchas veces la preocupación se centra en una parcela concreta del organismo: los latidos cardíacos, el exceso de sudoración, la respiración…..
En algunas ocasiones suelen centrarse en enfermedades graves, lo cual lleva a estar continuamente pendiente del propio cuerpo.
Criterios de diagnóstico
1. Interpretación errónea de signos y sensaciones físicas que se enjuician como anormales, lo cual lleva al temor o creencia de que se padece una enfermedad grave.
2. A través de las exploraciones médicas no se encuentran pruebas de ningún trastorno que expliquen las sensaciones que el individuo explica.
3. El miedo o creencia de padecer una enfermedad persiste a pesar de la seguridad de las pruebas médicas y puede llegar a causar incapacitación social o laboral.
4. Esto no se debe a ningún otro trastorno mental como la esquizofrenia o depresión.
Orientaciones para las personas hipocondríacas
1. Luchar día a día por no observarse tanto físicamente.
2. Esforzarse en ir corrigiendo la tendencia a pensar en ideas irracionales.
3. Entrenarse para hablar sobre temas generales que a todos interesen…
4. Intentar ir cortando la inclinación a hablar de enfermedades, médicos, medicinas y temas sanitarios, decirse a sí mismo “esto no me conviene ya que acentúa mi hipocondría”)
5. No leer nada de medicina, ni ver programas de medicina, ni oírlos en la radio.
6. Llevar una vida más natural, salir el fin de semana al campo, estar más en contacto con la naturaleza…
7. Hacer deporte todas las semanas.