En una pareja hay que compartir y además cada uno tiene que tener su espacio, sus objetivos y sus metas, como ya he comentado, pero si uno de los dos se hace demasiado individualista y egoísta la pareja peligra.
Un ejemplo de ello son las parejas de famosos que se unen pero hacen vidas casi separadas, por motivos de trabajo cada uno intenta conseguir sus objetivos profesionales, que son muy exigentes. Estas parejas al final duran pocos años juntos, la fama hace que uno de los dos o los dos se endiosen demasiado.
Si la pareja no tiene un sentimiento común “el amor” puede desaparecer, cada uno piensa solo en sus metas sin tener en cuenta las metas del otro. Puede parece sencillo pero mantener la armonía con las rutinas del día a día no es fácil y puede ser “misión imposible”, por eso muchas parejas rompen al volver de vacaciones. Cuando tienen que compartir unos días de relax no saben disfrutar en común porque sus objetivos son tan distintos que les han separado.
Compartir objetivos, tareas y disfrutar con ellas es fundamental para que la pareja pueda existir.
Nuria Montero. Psicóloga Laboral-De la salud y Psicoterapeuta EMDR.