Con los años, el cuerpo presenta un aspecto diferente y se enfrenta a distintos problemas estéticos.
Por esta razón, atendiendo a la edad, deberá llevar a cabo distintos cuidados estéticos para paliar los efectos del paso del tiempo.
Cuidados desde los 15 a los 25 años
Hidratación
En la adolescencia la piel todavía no muestra signos de sequedad, pero como bien dice el refrán, “más vale prevenir que lamentar”. El uso de cremas hidratantes después de la ducha diaria es imprescindible ya que los geles y los jabones, por muy suaves que sean, tienden a resecar la epidermis.
Sin embargo, algo tan simple como beber abundante agua supone una inmejorable fuente de hidratación para la piel. Combinando ambas medidas conseguirá su piel se vea perfecta en un futuro.
Depilación
En esta etapa se comienza a practicar uno de los cuidados estéticos más agresivos a los que el cuerpo es sometido a lo largo de la vida.
Es importante elegir el método más adecuado, atendiendo a la zona del cuerpo a tratar, las características de la piel y las necesidades individuales. Puede escoger entre la depilación con cera, las máquinas electrodomésticas, cremas, espumas, cuchillas o depilación con láser. Este último método no es muy usual en las personas de esta edad, ya que es más caro y la disponibilidad económica suele ser menor.
Cuidados desde los 25 a los 35 años
Celulitis
Es en este periodo cuando el cuerpo vive su momento de mayor esplendor, pero es también, cuando suele comenzar la batalla contra la celulitis. Un problema que afecta al 90% de las mujeres y cuyo origen está ligado al funcionamiento hormonal femenino.
Una vez que aparece resulta muy difícil hacerla desaparecer, pero hay que intentarlo y cuanto antes se empiece mejor. La celulitis en un cuerpo joven suele formar cúmulos muy localizados que reaccionan bastante bien a la cosmética.
Para que estos productos consigan su efecto hay que aplicarlos a diario y de la manera adecuada. Además hay que llevar una dieta adecuada y hacer algo de ejercicio. Es conveniente evitar el uso de ropa muy ajustada, beber y fumar.
Senos firmes
Otra batalla a lidiar en esta etapa es la de conseguir que los senos se mantengan firmes. El pecho carece de músculos que lo unan al cuerpo, de ahí que los senos grandes muestren una mayor tendencia a la flacidez y la caída.
Para evitar que esto ocurra debe elegir el sujetador adecuado a la forma y el tamaño del pecho. Cuando vaya a practicar ejercicio físico use un modelo especial que garantice la sujeción. También es conveniente evitar los cambios bruscos de peso.
Aunque el pecho esté perfecto no olvide aplicar fórmulas cosméticas que lo mantengan firme e hidratado, de esta manera evitará futuros quebraderos de cabeza.
Cuidados desde los 35 a los 45 años
Contra la flacidez
El cuerpo comienza a mostrar los primeros síntomas del paso del tiempo, revelado por la flacidez. El organismo disminuye la producción de las sustancias responsables de la firmeza. Las fibras de colágeno y elastina que forman el tejido sustentador se deterioran, de manera que ya no cumplen su misión con la misma eficacia.
Para retrasar la aparición de la flacidez el ejercicio juega una labor muy importante. Pero no olvide combinarlo con cremas reafirmantes que activan la circulación y tonifican la piel. Se aplican en las zonas más sensibles al problema; pecho, muslos, vientre y glúteos.
Cuidados a partir de los 45 años
Si antes de esta edad se han seguido los cuidados adecuados para cada etapa, probablemente la piel se vea sana y el cuerpo se mantenga en buena forma. Pero eso no es motivo para dejar de cuidarse; al contrario, es conveniente mantener los buenos hábitos para que los resultados de los cuidados anteriores permanezcan.
Es conveniente hacer ejercicio diario; pasear, ir a nadar o practicar otros ejercicios. La dieta también juega un papel fundamental; lleve una dieta equilibrada y asesorada por un especialista. Por supuesto tampoco debe olvidarse del uso de cosméticos, tanto faciales como corporales, para mantener una piel luminosa y sana.