El ejercicio de la Abogacía ha sufrido una gran transformación, y se imponen las nuevas formas de ejercicio profesional multidisciplinar; éstas vienen exigidas por la complejidad creciente de nuestro ordenamiento jurídico y de nuestro propio entorno empresarial; y también por las exigencias de los propios clientes. El despacho ofrece a sus clientes un asesoramiento jurídico integral. Para ello, el despacho se estructura en áreas, a fin de procurar, de una parte, la especialización en la prestación del servicio, y de otra, garantizar el que todos los aspectos derivados de cada asunto están debidamente atendidos desde todas sus perspectivas. La complejidad de nuestro ordenamiento jurídico exige un tratamiento de cada asunto desde una perspectiva globalizada. Para ello, el despacho dispone de una completa biblioteca jurídica, bases de datos actualizadas de legislación y jurisprudencia, y es una constante la aplicativa de las nuevas tecnologías en el ejercicio diario de la profesión.
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