Las Tarántulas
¿Desea iniciarse en el mundo de las mascotas pero no dispone de tiempo libre para pasear al animalito ni cuenta con espacio disponible en su hogar?
Entonces su mascota ideal es un arácnido, del orden Araneae, suborden Orthognatha, familia Theraphosidae que está integrada por unas 700 especies, que sólo exigen para su bienestar que no le teman y las conozcan para que aprendan a quererlas y respetarlas.
Una tarántula es una buena opción, si se dejan de lado las confusiones que existen a su alrededor, que se iniciaron al recibir un nombre derivado de la pequeña ciudad de Tarento de Italia, donde, durante la Edad Media, una leyenda aseguraba que su mordedura era fatal a menos que el paciente danzara hasta el agotamiento para expulsar el veneno con su sudor. Entonces la tarantela se convierte en tratamiento.
El gran tamaño y el hisurtismo que caracteriza a las tarántulas cimentó el horror que muchos humanos experimentan al sólo escuchar su nombre. Ajenas a esta fobia la tarántula sobrevive alimentándose con los insectos que caen en las telarañas primitivas que teje o bien cazándolos en árboles o madrigueras que excava.
Contrariamente a la creencia popular, pocas de las miles de especies de artrópodos, representan una amenaza para los humanos porque ellos sólo atacan si se invaden sus dominios. Muchas de las familias de tarántulas están al borde de la extinción por la destrucción de sus hábitats naturales, por ello su crianza ha tomado un auge que ha reducido su captura en estado natural.
Aunque la mayoría de los arácnidos son venenosos, pocos tienen la fuerza necesaria para inyectar su veneno en la piel de un ser humano y si lo lograsen inocular, sólo un número reducido ocasionaría un dolor local, como el de una picadura de abeja o de avispa. La mordedura puede producir una infección por bacteria, por ello se aconseja lavar y tratar la zona con antiséptico. Las tarántulas que se han popularizado como animales de compañía no están entre estas excepciones; muchas de ellas son dóciles con los humanos, a pesar de su aspecto. Por ello pueden estar en casa sin el temor de que si se escapa de su terrario representen un peligro para la familia.
Un experto en la materia asegura que si es cuidada como es debido, las probabilidades de que muerda o de que ocasione daño a su dueño es menor que el riesgo de que un roedor muerda o arañe.
Danza de la fertilidad
El galanteo prenupcial en los arácnidos es complicado y le corresponde al macho realizar una danza que W.S. Bristowe detalla en su libro Comity of Spiders. “En dos especies el macho mueve sus pedipalpos arriba y abajo, lentamente al principio, luego con más rapidez y empieza a pulsar su abdomen. Seguidamente, camina en torno a la hembra con pasos agigantados; manteniendo juntas sus patas delanteras, sacude tanto los pedipalpos como el abdomen, dando con este último golpes en el suelo. En una tercera especie el macho patea el terreno, a la manera de un caballo, iniciando luego un desplazamiento circular alrededor de la hembra, aproximándose cada vez más a ella. Retrocede luego con sus pedipalpos dirigidos hacia arriba y eleva curvado su primer par de patas. Agita éstas de pronto, enderezándolas verticalmente antes de bajarlas, tremolantes, nuevamente al suelo. La hembra, entonces, puede mostrarse receptiva y el macho la fecunda transfiriéndole sus espermastóforos, primero de un palpo y luego del otro”.
Procedencia
La palabra artrópodos significa patas articuladas. Se aplica a insectos, cienpiés, milpiés, cangrejos, langostas, centollos, escopiones, garrapatas y arañas. Hay aproximadamente un millón de especies identificadas de artrópodos, que representa el 85% de todos los organismos vivientes conocidos, pero queda otro millón de especies por identificar. Arañas y tarántulas son artrópodos que difieren mucho entre sí en forma y en hábitat. Algunas viven en desiertos ardientes, mientras que otras habitan los mares y las aguas dulces de nuestro planeta. Algunos son terrestres, otros pueden volar. Las tarántulas carecen de esqueleto interno, están dotadas de una estructura rígida externa impermeable (exoesqueleto o dermatoesqueleto), formada por estratos de hidratos de carbono y proteínas, principalmente por un compuesto químico: la quitina. La capa externa es impermeable. Los músculos del cuerpo y otros tejidos están adheridos a la parte inferior del exoesqueleto, que es flexible y se asemeja a una armadura que protege a su propietario, pero es tan rígido que impide su crecimiento. Por ello los artrópodos pasan por una serie de mudas hasta alcanzar el tamaño adulto. Su crecimiento es rápido hasta que la cutícula se endurece nuevamente y requiere de otra muda. En los momentos de cambios son vulnerables a los ataques de otras criaturas y deben permanecer escondidos en lugares frescos para evitar resecarse, lo que entorpecería el proceso de la muda.
Utiles o dañinas
Las tarántulas se encuentran en diferentes hábitats, según la especie, desde las tierras bajas hasta los 650 metros de altura. El famoso entomólogo francés, Henri Fabre, descubrió que las pequeñas presas mueren al inyectarle el veneno. También averiguó que si la tarántula mordía a un pájaro joven éste tardaba tres días en morir, un ratón en cambio moría en 36 horas. De ahí concluyó que la mordedura podía ser perjudicial para las personas y que era necesario encontrar medidas para contrarrestar el efecto del veneno.
Buena madre
La tarántula hembra, como otras licosas, lleva sus huevos en un capullo de seda que cuelga de sus hileras, al extremo del abdomen. Cuando se le cae intenta recuperarlo rápidamente. Cuando las crías nacen (en número de 40 o más) son copias del adulto en pequeños y se apretujan en la parte posterior del abdomen materno y la madre las lleva a todas partes.
Sentidos
La visión no es muy buena en la mayoría de las especies, pero sirve para detectar niveles de luminosidad y de oscuridad. Los ocho ojos de la tarántula están agrupados cerca de la parte media frontal del cefalotórax y los principales se ubican en medio de la fila delantera de ojos. Mucho más que de sus ojos, las tarántulas dependen de sus vellos sensibles, distribuidos por toda la superficie de su cuerpo, para detectar las menores vibraciones y movimientos del aire.
Pelaje
A muchos arácnidos los caracteriza un pelaje que cubre patas y cuerpo. En el caso de la tarántula este es más evidente en el abdomen y en la parte inferior de las puntas de las patas donde adquiere visos iridiscentes. Se aconseja el uso de guantes para manipular a la mascota, ya que este vello puede dar lugar a alergias en personas sensibles. Conviene tener muy claro que a algunas tarántulas no les agrada que las toquen, ya que consideran como una violación de su intimidad, aunque algunas especies tranquilas lo aceptan con agrado.
Hábitat
La tarántula hembra lleva la mayor ventaja en este aspecto, llegando a vivir hasta 20 años en libertad, mientras que los machos no suelen sobrepasar los tres años después de adquirir la madurez. En cautiverio no sobrepasa la hembra los 15 años, mientras que el macho se ubica entre 3 y seis años, cuando cuenta con un alojamiento confortable que imita en lo posible su hábitat natural. Un tarantulario puede prepararse teniendo como base un acuario de vidrio rectangular con tapa o rejilla metálica, de unos diez litros. La temperatura ideal es de 21 a 24 grados centígrados, todo depende de su lugar de origen. Debe proveérsele de agua en pequeñas cantidades y se aconseja rociar diariamente las telarañas y decorados del terrario. Se puede decorar con cactus, arena, pequeños troncos y piedras.
Clasificación
Tipo: Artrópodos
Clase: Arácnidos
Orden: Araneidos
Familia: Licósidos
Género y especies: Tarentula barbipes, T. cuneata, T. pulverulrnta y otras
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