Un auténtico gourmet
El gato es un pequeño felino domesticado que sigue conservando intacta su condición de carnívoro adaptado, situación que lo incapacita para sobrevivir sin consumir proteína animal.
Su proceso de domesticación fue lento debido a su dieta muy particular: sus presas, verdaderos reservorios de proteínas, vitaminas, minerales y agua, ejercieron cambios sobre su metabolismo, limitando la producción de ciertas sustancias químicas esenciales para su vida.
Sus requerimientos nutritivos, únicos entre los animales domésticos, y la necesidad de consumo de productos animales determinan que los alimentos comerciales para los pequeños felinos sean más caro que la comida para perros.
Durante siglos el minino se dedicó a agudizar uno de sus sentidos: el gusto, ganando en buena lid el epíteto de auténtico gourmet del mundo animal. Por ello el dueño de esta mascota descubre con asombro que su consentido disfruta como algunos mortales del salmón, el pavo, el conejo, la leche de cabra o cualquier otra delicia gastronómica.
El gato necesita alimentos que le proporcionen sustancias constructoras para su organismo, combustible para su funcionamiento y materiales de sustitución de piezas gastadas. Su exigencia de proteínas duplica la de los canes; sólo la carne, vísceras, pescado, huevos y leche puede aportarle una concentración suficiente de aminoácidos esenciales. La taurina, vital para su vista, no la forma su organismo a partir de otras sustancias (a diferencia de otros animales). Por ello de un 30 a 40 por ciento de su dieta debe estar integrada por proteína animal.
La grasa le proporciona a estos pequeños felinos del 25 al 30 por ciento de su consumo calórico y los ácidos grasos esenciales. A los mininos les gusta la grasa y pueden digerir más que los humanos. Como la mayoría de los sabores y aromas son solubles en grasa, ésta hace más sabroso y atrayente el alimento comercial. También es una buena fuente de vitaminas A, D y E. La vitamina A es particularmente importante para los gatos, porque a diferencia de los herbívoros y omnívoros, no pueden formarla a partir del caroteno de las plantas. El hígado de res y los aceites de hígado de pescado constituyen buenas fuentes, el primero proporciona también la niacina (ácido nicotínico, rico en vitamina B). Por ello los productos comerciales son rico en calcio y fósforo, sustancias necesarias para su subsistencia y que sus antepasados obtenían de los huesos de sus presas.
Arma de doble filo
Aunque lo ideal es que los gatos se alimenten con productos comerciales, específicamente diseñados para ellos, algunos dueños prefieren darles comida casera por considerarla más barata, sin percatarse que constituye un arma de doble filo ya que resulta difícil lograr un equilibrio.
La regla básica de la alimentación gatuna es la variedad. Si se le da a un gatito carne magra, pollo, pescado sin espina y otras carnes solas, se le encamina hacia una osteopatía con raquitismo y ceguera, además de otros problemas, debido a que carecerá de calcio y vitamina A. Mientras que demasiado hígado le produce intoxicación porque esta vitamina la almacena su cuerpo y no la excreta.
Un buen consejo, no se confíe del instinto natural del gato en la elección de lo que es bueno para él, porque es biológicamente natural que a un gato montés le guste el hígado como fuente de vitamina B, pero si no le da otra cosa los gatos pueden excederse.
Cualquier comida que se le ofrezca debe ser sometida a una cocción previa, ya que los alimentos crudos pueden contener sustancias nocivas. El pescado crudo, por ejemplo, tiene una enzima que ocasiona deficiencia de vitamina B y al igual que la carne puede contener gérmenes causantes de diarrea u otras infecciones como la toxoplasmosis.
La clara de huevo cruda contiene una sustancia que destruye la biotina de la vitamina B, pero la yema de huevo y la clara cocida proporcionan valiosas proteínas, grasas y vitaminas. En cualquier caso hay que cocinar poco la carne para evitar la destrucción de la vitamina B.
Proteína y energía
El contenido energético del alimento se refiere a su valor como combustible y se expresa en calorías. Como todas las actividades del cuerpo consumen energía, los requisitos calóricos representan una medida básica de las necesidades alimentarias que varían con la edad, el tamaño del animal y la cantidad de ejercicio que realiza. Los gatos emplean la mayor parte de su ingesta energética en mantener en funcionamiento sus sistemas orgánicos: corazón, circulación y en conservar su calor corporal. Una pequeña fracción se la lleva sus actividades musculares y de crecimiento.
Los tres componentes esenciales del alimento: proteína, carbohidratos y grasa suministran energía. La proteína es la materia estructural principal del cuerpo; un gato en crecimiento, en gestación o lactante necesita una buena cantidad para la formación de tejidos nuevos y cualquier gato necesita proteína para reponer la pérdida por desgaste.
Bienestar gatuno
Sin lugar a dudas que una alimentación adecuada garantiza el bienestar de las mascotas. En el caso de los pequeños felinos debe incluirse en su dieta carne, verduras, hortalizas, cocidas sin agregarle sal y proporcionados en pequeñas cantidades porque a la mayoría de estos animales no les gusta las hortalizas y es bueno probar hasta descubrir la que prefiere. También se le puede ofrecer cereal de arroz integral en pequeñas cantidades, pan de trigo integral mezclado con la carne, hojuelas de trigo o de maíz y avena. Es saludable que se acostumbren a consumir pollo cocido sin sal y sin huesos ya que durante algunas enfermedades este alimento está incluido en la dieta. También el huevo es nutritivo, si lo prefiere crudo sólo se le da la yema. La clara cruda contiene una proteína, la avidina, sensible al calor, que neutraliza la vitamina conocida como biotina. Si se le da tibio, cocido o frito se le puede agregar la clara, pero no debe condimentarse con sal. A muchos mininos les gusta el pescado, es preferible el de carne blanca y se le puede dar cocido, sin sal y minuciosamente revisado para que no contenga espinas. Jamás debe ofrecérsele crudo para evitar que la tiaminasa que contiene el pescado crudo, destruya la vitamina B en el organismo del gato.
Carbohidrato y grasas
Las grasas, incluyendo la mantequilla, tocino, aceites animales y vegetales, así como la grasa de la carne, constituyen una fuente de energía concentrada y una parte vital de todas las membranas celulares del cuerpo del gato. Tiene importancia también el tipo de grasa que consume. Los carbohidratos, por ejemplo, el almidón y el azúcar no son esenciales, pero añaden energía y volumen a su dieta. Los cereales y papas contienen almidón, que hay que cocer previamente (para iniciar el desdoblamiento en sus azúcares básicos) antes de ofrecérselo.
Vitaminas y minerales
Se les considera “piezas de recambio”, aunque algunos minerales hacen falta para estructuras orgánicas como los huesos. Las vitaminas ayudan a regular los procesos del organismo y cualquier deficiencia causa enfermedades carenciales.
Los gatos necesitan la vitamina A para ver bien; son buenas fuentes el hígado, yema de huevo y mantequilla. Necesitan también cantidades considerables de vitamina B ( tiamina) para el crecimiento y funciones orgánicas en general: abunda en los cereales, hígado, huevos y leche, pero la destruyen las temperaturas altas de cocción y se pierde con la ebullición. El hígado y la levadura de cerveza son también fuentes importantes de otras vitaminas B.
El ácido ascórbico (vitamina C) es importante para una piel, pelaje y encías sanas, pero (a diferencia de la humana) no es necesaria en la dieta del gato cuyo organismo puede fabricarla. Los gatos necesitan sólo cantidades pequeñas de vitamina D para tener unos huesos sanos, absorber y regular el nivel sanguíneo del calcio y del fósforo; son buenas fuentes los aceites de hígado de pescado y algunas grasas animales. Esta vitamina la produce también la acción del sol sobre los aceite cutáneos y la consume el gato al lamerse. La vitamina E estimula el crecimiento, mantiene el esqueleto y los músculos; se encuentra en la mayoría de los alimentos, sobre todo en el hígado y cereales, pero la destruye algunos aceites de pescado.
Dos de los minerales dietéticos más importantes son el calcio y el fósforo que necesita el gato en cantidades aproximadamente iguales para el debido equilibrio de su organismo. El calcio es esencial para los huesos y dientes (que contienen el 99 por ciento del calcio del cuerpo). Interviene también en el movimiento de los músculos y la coagulación de la sangre. Son fuentes ricas en calcio y fósforo los huesos de otros animales y productos animales como la leche.
Entre otros minerales necesarios están el sodio y el cloro (elemento de la sal común), hierro, magnesio y yodo; pero los contiene la mayoría de los alimentos y los proporciona una dieta variada.
Agua
Es un nutriente por tener importancia en casi todas las funciones del cuerpo y constituye el 70 por ciento del peso del pequeño felino. Los gatos consumen normalmente de 50 a 70 centímetros cúbicos de agua por kilo de peso al día. Una dieta enlatada incluye la mayoría de esa cantidad. En comparación con el hombre, el gato tiene la capacidad de concentrar la orina y retener agua; pero debe tener siempre agua cerca.
Contraindicación
No se le debe proporcionar alimentos con sal ya que le acorta su vida. Los pellejos no lo nutren en lo absoluto, por lo tanto hay que eliminarlos de su dieta, al igual que el hígado en cualquier forma. Si come hígado se acostumbrará a él y no querrá comer otra cosa y ello le producirá una degeneración hepática. Al igual que las carnes de cerdo y de caballo, los pescados de carne roja son también tóxicos para el gato.
Los felinos tienen poca capacidad desintoxicante y excretora de sustancias venenosas. En pocas palabras, drogas relativamente inocuas, como la aspirina, resultan tóxicas en los gatos y lo es el ácido benzoico, conservante de alimentos muy empleado es otra razón, aparte de la inadecuación de nutrientes, para no darle al gato una dieta humana.
Calcio
La leche es una buena fuente de calcio: 200 centímetros cúbicos de leche proporcionan la cantidad que un adulto necesita al día, pero muchos no digieren debidamente la lactosa que al pasar al intestino grueso fermenta, produciendo gases y diarrea. El mejor modo de darles calcio es añadir a la carne la cantidad correcta de un suplemento de harina de hueso, fosfato cálcico y carbonato cálcico.
Pescado
Ciertos pescados en exceso son nutricionalmente peligrosos. El pescado aceitoso (particularmente el atún) es rico en grasas poli-insaturadas, que destruyen la vitamina E por oxidación y producen la Esteatitis o enfermedad carencial de la grasa amarilla. Demasiada carne de caballo puede ejercer el mismo efecto. Los alimentos comerciales para gatos que contienen pescado deben ser reforzados con un complejo especial de vitamina E.
Cuidados
Hay que picar finamente los alimentos que contengan huevos después de cocidos para evitar que se le atasquen en la garganta o los intestinos. Al pescado hay que quitarle todas las espinas y agregar un suplemento cálcico. Se le pueden ofrecer cereales y verduras cocidos -crudos no los digiere debidamente- por separado o mezclados en la comida en proporción hasta de un quinto del total, Una dieta “natural” suele contener líquido suficiente para el gato, pero se le debe dar siempre algo más en forma de leche (si la tolera) agua o salsa.
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