Aunque ya era muy conocido el perejil entre los griegos por sus propiedades medicinales, fueron los romanos quienes lo introdujeron en la gastronomía, consumiéndolo en grandes cantidades.
Características:
Se utiliza principalmente dos variedades una, de hojas planas, color verde oscuro y aroma muy intenso. La otra, llamada perejil crespo, tiene las hojas rizadas con los bordes dentados, el color es verde claro el aroma más suave.
Ambas son ricas en vitaminas A, B y C, sales de hierro, calcio, magnesio y clorofila.
En cocina:
Se consumen las hojas y los tallos frescos (preferiblemente) o secos. El perejil liso tiene mejor sabor.
Se agregan a arroces, pastas, sopas, ensaladas y salsas, en todos los casos realza los sabores y otorga un gusto especial.
Se debe agregar al final de la cocción o bien, una vez retirado el plato del fuego, ya que sino pierde su aroma fácilmente.
Junto al ajo y al aceite de oliva forman la salsa provenzal, muy utilizada sobre carnes de todo tipo.
La Gremolada es un aderezo de origen milanés que se prepara con partes iguales de perejil picado, ajo picado, ralladura de cáscara naranja y de limón. Se utiliza sobre Osso buco o cualquier otro tipo de carne cocida.
Se incluye en el bouquet garní para aromatizar guisos.
Conservación:
- Fresco: en bolsas de plástico en el refrigerador, o los tallos se salpican con agua y se envuelven en papel de cocina. Sumergidos en agua, se conservan varios días.
- Seco: en recipientes herméticos al abrigo de la luz.
Nombre científico:
Petroselinum crispum, P. napolitanum
Inglés:
Parsley