BELLEZA: EL MEJOR BRONCEADO
EL MEJOR BRONCEADO PASO A PASO
No tienes excusa, siguiendo nuestros consejos no puedes fallar. Este año no tendrás la piel tirante, ni te quedarás blanca, y no volverás a quemarte. Tu bronceado será simplemente perfecto…
ANTES
1. Para tomar el sol la piel debe estar limpia, hidratada y sin rastro de maquillaje.
2. Evita los productos con alcohol (desodorantes, colonias, etc), porque pueden producir manchas. Recuerda que algunas fragancias tienen su equivalente sin alcohol.
3. Elige un producto solar adecuado a tu piel y a tu resistencia al sol. Si no sabes cuál es, descubre tu fototipo.
4. Aplica el producto media hora antes de exponerte al sol, con la piel completamente seca.
DURANTE
1. Para comenzar a tomar el sol, empieza por sesiones cortas de 15 minutos, que irás aumentando a medida que la piel esté más dorada.
2. Durante las primeras semanas utiliza un producto solar con un factor de protección alto, que podrás ir disminuyendo cuando estés morena. Aunque tardarás en broncearte, el tono durará más y sobretodo cuidarás la salud de tu piel.
3. Bebe mucha agua para evitar la deshidratación.
4. Reaplica el producto solar cada dos ó tres horas, y siempre después de un baño o una sudoración excesiva.
5. La eficacia de los protectores depende del espesor de la película que apliques. Sé generosa, sobre todo en las zonas más sensibles: cara, cuello, escote, orejas y empeines. Hay productos especiales para esas zonas.
6. No te quedes mucho tiempo quieta bajo el sol. Al movernos cambiamos la superficie expuesta, y así toleramos mejor los rayos solares, además de obtener un bronceado más uniforme.
7. Evita tomar el sol, o ten una especial precaución, entre las 12 y las tres de la tarde, cuando los rayos solares son más peligrosos.
8. Ten en cuenta que agua, nieve y arena reflejan los rayos del sol, aumentando su potencia. Busca un protector con el que puedas bañarte y te proteja incluso cuando estás en el agua.
DESPUÉS
1. Es muy importante ducharse con agua tibia para cerrar los poros sin que el cambio de temperatura sea muy brusco, e hidratar la piel, para recuperar la pérdida de agua y prolongar el bronceado.
2. No olvides el aftersun. Pon atención especial a la cara y el contorno de ojos, que es lo que más sufre los efectos del sol.
3. Si utilizas autobronceador después de la exposición solar conseguirás un tono más oscuro y evitarás esa “prisa” que entra los primeros días y que suele terminar en quemaduras, cuando no en algo peor.