Los efectos beneficiosos del calcio para la salud son numerosos, pero entre ellos destaca su importante papel en el desarrollo de los huesos. Una ingesta adecuada de calcio previene las fracturas de huesos y otros problemas de salud como la osteoporosis.
La dosis necesaria
Durante el embarazo y la lactancia se debe aumentar la dosis de calcio. No sólo es necesario para el correcto desarrollo del feto, sino que también es esencial para el bienestar de la madre. El calcio cumple diversas funciones en el desarrollo del feto:
-
Ayuda a la formación y mantenimiento de los dientes y huesos.
-
Ayuda a la contracción de los músculos.
-
Colabora en el desarrollo del corazón.
-
Es un factor importante en la coagulación de la sangre.
Se trata de un elemento esencial para el desarrollo del feto, por eso es imprescindible incluirlo en la dieta de la embarazada. Si el feto no recibe el calcio suficiente, lo tomará de los huesos de la madre, lo que puede provocar su debilitamiento y, posiblemente, más adelante acarrear una osteoporosis.
Por otro lado, varias investigaciones han relacionado el aumento de la ingesta de calcio durante el embarazo con la prevención de la preeclampsia, hipertensión asociada al embarazo.
Afortunadamente, durante el embarazo el calcio se absorbe mejor por el organismo y, además, disminuye la cantidad que se pierde por la orina y las heces.
¿Qué alimentos tienen calcio?
Especialmente la leche y todos sus derivados, las verduras, los frutos secos o el pan. Lo recomendable es tomar, al menos, seis raciones de productos lácteos al día: por ejemplo; dos yogures, tres vasos de leche, una ración de queso… Con una alimentación correcta no serán necesarios, salvo que lo indique el ginecólogo, suplementos vitamínicos. Si tienen algún problema de intolerancia la lactosa o de alergia a la proteína de la leche, debes consultarlo con tu ginecólogo para que te aconseje que suplementos vitamínicos tomar.
Durante la lactancia
Durante la lactancia también hay que aumentar la ingesta de alimentos ricos en calcio. La leche materna contiene el calcio que el bebé necesita para desarrollarse por lo que la medre debe estar preparada para atender estas necesidades: la dosis se debe aumentar de 800 mg/día a 1.200 – 1.500 mg/día.
El calcio en los niños
También durante la infancia, especialmente en las etapas de fuerte crecimiento, el organismo del niño necesita desarrollar y fortalecer su estructura ósea mediante un aporte extra de calcio en su dieta.
Sin calcio, el crecimiento del hueso puede verse limitado y, por tanto, la estatura del niño.
Diferentes organismos internacionales recomiendan incrementar el aporte de calcio durante la infancia y la adolescencia para asegurar un buen estado de salud en la edad adulta.
Si durante los primeros años de la vida el consumo de leche y sus derivados es bajo se puede multiplicar el riesgo de padecer trastornos óseos durante la edad adulta.