Es un paso previo para acelerar otro tipo de cocción, o bien para que ingredientes de diferentes consistencias se cocinen en el mismo tiempo. El alimento queda semicocido, nunca en su punto de servir.
Las verduras blanqueadas se conservan por más tiempo.
Blanquear un alimento consiste en introducirlo en un recipiente con agua fría o caliente y llevarlo a ebullición durante unos minutos. También se puede freír un alimento sin que llegue a cocinarse del todo.
De acuerdo al tipo de ingrediente y a lo que deseemos obtener es que lo colocaremos en agua fría o caliente y el tiempo que durará la cocción.
Siempre utilizamos la cacerola destapada. La proporción ideal es 10 partes de agua por parte de alimento.
Es muy importante enfriar de golpe, por lo que siempre tendremos al lado de la cocina un recipiente con agua helada donde introduciremos el alimento, hasta que baje su temperatura. Luego escurrimos y reservamos hasta el momento de cocinar. Esto no se aplica a las frituras, solamente las escurrimos.
* Para vegetales se parte de agua hirviendo con sal, se introduce cada ingrediente por separado y se enfría.
* Partimos de agua fría cuando queremos extraer impurezas, por ejemplo para desgrasar huesos que luego utilizaremos para enriquecer un caldo o fondo para salsa.
* Para resaltar el blanco de las verduras agregamos unas gotas de vinagre, ej. nabos y coliflor.
* En frituras siempre el aceite debe estar bien caliente y se introduce el alimento hasta que se selle la superficie. Luego se retira.
También sirve para acortar el tiempo de cocción cuando vamos a preparar grandes cantidades de comida.