Donde los colores están fabricados con polvos de aventuras [17-06-2020]
Puede que alguna noche recordemos algún sueño. Todo recuerdo proveniente del onírico mundo, cuando menos, es extraño. Mezclamos personas, parajes o situaciones, no siempre conocidas, no siempre “razonables”.
Esta noche me he soñado en un lugar de los sueños, donde el pasado no existía, donde nada ni nadie daba cuenta del tiempo, donde cada minuto era un viaje. Donde el mundo era un despertar en un paisaje pintado con una paleta de la vida, en la que los colores estaban fabricados con polvos de aventuras.
Un lugar donde los sabores embriagaban solo con verlos, donde el tacto de los dedos hablaban sobre la pared, donde la fina lluvia acariciaba el rostro y el viento arrullaba el alma. Los mismos árboles proyectaban sus sombras cubriendo de descanso el camino hacia lo desconocido, salpicado de sempiternas incertidumbres, de fascinantes anhelos, de deseos escondidos.
Un sitio donde el mar preguntaba sobre el atrevimiento de leer lo que tantas veces han escrito las olas en la playa eterna. Donde la brisa susurraba anotaciones en el calendario de la tristeza el dia en que las ilusiones dejaron de llamar a la puerta, suspirando al oído el consejo de seguir caminando sin volver atrás, de volver a sentirse vivo, de que vivir no es solo respirar. Me decía que vivir es dejarse abrazar por el sol al amanecer, es cenar con el crepúsculo cada noche, es que los espejos te devuelvan la sonrisa, es recogerla para que no vuelva a perderse, es guardarla en el corazón de una almohada para despertar con ella. Es pintar de blanco el dolor, de un blanco nieve.
Un surrealista espacio donde enormes y majestuosos gatos dan caza a las pesadillas. Donde te puedes calzar unos viejos zapatos descosidos y hacer que tus pisadas hablen en silencio, haciendo que cada paso, que cada huella, suene como una melodía. Donde una vieja casa en un árbol se convierte en inexpugnable fortín. Donde es posible cerrar los ojos y dejarse llevar a cualquier lugar que no tenga relojes ni prisas, a lugares donde la música lo besa todo sin mirar y las lágrimas dejan de serlo convirtiéndose en bellos cristales.
Un extraño mundo, con extraños mares, donde navegan extraños navíos gobernados por extraños capitanes sin rostro, que gritan consignas al viento…atrévete a salir a mar abierto…atrévete a equivocarte…deja el pasado en su cárcel…vuelve a grabar en aquel árbol la palabra esperanza…el amor no es solo una palabra, es una forma de vida...el dolor te recuerda que estás vivo…lo que te hizo feliz aún te está esperando…los sueños existen…no te refugies en la burbuja de la añoranza…si el orgullo y el dolor te hacen dudar, escribe su nombre en la playa donde el mar borra los nombres escritos en la arena…atrapa la ilusión para siempre, como cuando te emocionabas y todo era nuevo…
Al despertar todo parece confuso, ha sido raro pero nada inquietante. Parece que esta noche he viajado al “Lugar de los Sueños Perdidos”. A ese lugar donde la lluvia no solo era agua y el viento susurraba en su travesía, donde el sol se retiraba cada noche después de cenar conmigo, donde las palabras sentidas nunca morían porque eran verdad. Esas palabras que siempre viajarán conmigo a donde quiera que vaya, guardadas como un tesoro en la libreta de mis sueños.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
“Confiad en los sueños porque en ellos se esconde la puerta de la eternidad.” Khalil Gibran
Bueno se acabó el onírico paseo, espero no haberos aburrido con tan surrealista prosa, pero fue así…más o menos…
Vamos con un poquito de buena música…uno de los mejores temas de Lou Donaldson…”Blues Walk” …un delicioso y elegante paseo a través de la mañana.
