MUJER: PERSPECTIVAS DE GÉNERO Y LOS ESTUDIOS DE GENÉRO
La perspectiva de género nace en el momento en el que la evolución de las mentalidades hace que los derechos de la mujer formen parte inalienable de los derechos humanos universales. Esta perspectiva va de la mano de la exigencia de tener en cuenta las necesidades específicas del 50% de la población mundial que representan las mujeres. Es entonces cuando comienza a utilizarse el género como una variable social a estudiar, naciendo de la necesidad de explicar las desigualdades e injusticias entre hombres y mujeres. El género en los estudios sociológicos y antropológicos denota un conjunto de normas y convenciones sociales del comportamiento de las personas, por lo tanto los estudios de género son estudios de la construcción social que se hace de las diferencias sexuales en un momento o lugar en concreto.
Cuando nos referimos al género como masculino o femenino, no estamos hablando del sexo del los individuos, sino de las conductas consideradas como masculinas o femeninas. Mientras que el sexo es biológico, el género es una construcción definida desde la sociedad, nuestra concepción de lo que es ser hombre o mujer, evoluciona durante el curso de la vida, no hemos nacido sabiendo lo que se espera de nuestro sexo, lo hemos aprendido en nuestra familia y en nuestra comunidad a través de generaciones. Por lo tanto, los sistemas de género se entienden como conjuntos de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades construyen a partir de las diferencias sexuales, y a partir de estas se pueden construir explicaciones de la influencia y las consecuencias de estos sistemas de género a lo largo de la historia. Es una categoría que permite explicar hechos que no se podían explicar teniendo en cuenta otras variables como el nivel social, económico, la raza, edad etc.
La perspectiva de género en investigación supone reconocer las relaciones de poder que se establecen entre los géneros, que dichas relaciones de poder, han sido construidas de manera social por lo general favoreciendo a los hombres, y que éstas actúan de manera transversal en todo el entramado social, influyendo en otras relaciones como las de clase, etnia, raza, preferencias sexuales, etc.
Los estudios de género suponen una aproximación más real a los problemas sociales, ya que se le asigna responsabilidad a elementos de la cultura específica de cada sociedad en el desarrollo de las diferencias entre mujeres y hombres, y sobre todo a la asignación de las diferentes funciones que cada uno tiene.
Según Susana Gamba la perspectiva de género “aunque no constituye una categoría cerrada, sino en pleno desarrollo, favorece el ejercicio de una lectura crítica y cuestionadora de la realidad para analizar y transformar la situación de las personas. Se trata así de crear nuevas construcciones de sentido para que hombres y mujeres visualicen su masculinidad y femineidad a través de vínculos no jerarquizados ni discriminatorios.