La Luna tiene poder
Es la que domina la noche desde lo alto del cielo, la que rige el movimiento de los océanos y marca el ritmo de las mareas… Pero, sobre todo, es la que influye directamente sobre los seres humanos. Es importante saber aprovechar sus bondades para estar guapa.
La luna tuvo y tiene un claro simbolismo femenino, en clara oposición al sol que desprende la virilidad propia del sexo masculino. Sus fases se relacionan con la fecundidad femenina y ciclos menstruales, con actos de locura y barbarie, de buena o mala suerte.
Influye en el clima terrestre, en las mareas, en el crecimiento de plantas; en el estado de humor, el crecimiento de cabellos y uñas y el buen resultado de una dieta o cura de belleza.
Luna Nueva
Es el momento de la renovación en todos los sentidos, mental y físicamente. También es un período de bajo tono vital, por lo que uno se puede sentir algo cansado o mentalmente confuso y necesita reactivarse.
Es buena época para depurar el organismo. Para ello se puede beber mucho agua, tomar té verde en lugar de café, comer muchas ensaladas, fruta fresca y pescado. Es recomendable hacerse una limpieza de cutis, exponerse al sol unos veinte minutos, tomarse las cosas con calma, hacer ejercicio y dormir ocho horas.
Hay que olvidarse de las comidas fuertes -muy especiadas o con salsas-, del alcohol, la carne, quesos fuertes y embutidos.
Luna Creciente
El cosmos se expande y la consecuencia es que el cabello crece más. También el cuerpo está más receptivo y absorbe mejor todo lo que se le da. Pero, ¡cuidado!. No sólo las cremas, sino también el alcohol y el tabaco.
Es buena época para aprovechar para ponerse mascarillas en el cutis, cuerpo y cabello y empezar los tratamientos anticelulíticos y reafirmantes. Esta fase es la ideal para cortarse el cabello pues es cuando crece más rápido. Incluso resulta adecuado cortarse las puntas de las pestañas para lucirlas después mucho más largas.
Hay que olvidarse de depilarse ya que ese antiestético vello también aparecerá antes.
Luna Llena
Marca el final de un ciclo. Es cuando el cuerpo nota el esfuerzo que ha hecho, se encuentra en su punto vital más bajo y necesita desestresarse.
Es buena época para aprovechar para relajarse y hacer ejercicios de respiración y estiramientos. No se puede dejar de reir, ya que es una de las mejores maneras para soltar adrenalina. Esta fase lunar es idónea para poner fin a algún tratamiento –anticelulítico, anticaspa, desengrasante, hidratante,…- y si fuera necesario, empezar uno nuevo. También es recomendable darse duchas de agua a presión. Además de ser genial para dar brillo al pelo y para revitalizar el tono de la piel, también evita el dolor de cabeza y descongestiona la mente.
Luna Menguante
Como la Luna, el cuerpo tiende a menguar, por eso es el mejor momento para empezar a quitarse de encima las grasitas dichosas que se parapetan en la barriga o las cartucheras.
Es buena época para iniciar una dieta equilibrada y aumentar el ejercicio ya que el organismo está más preparado y trabaja más sin cansarse tanto.
Ya que es la mejor época para desterrar la grasa, hay que dar caña a la celulitis con cremas y masajes variados. Depilarse resulta también muy eficaz, sobre todo si se usan métodos que lo extraen de raíz como la maquinilla de depilar o la cera. Hacer una manicura y aplicar un fortalecedor en las uñas son otras de las opciones más acertadas. Un producto fortalecedor natural es el aceite de ricino.