Nueve tours alucinantes [25-04-2020]
He leído un articulo que propone nueve tours alucinantes por la naturaleza para disfrutar en pantuflas desde el sofá, viajes virtuales para tiempos de confinamiento, de gran belleza visual, de imágenes impactantes. Una de las consecuencias de la era digital, qué hubiéramos hecho sin la capacidad de conexión con el mundo en la Red, en estos días de encierro.
Reflexiono, jugueteando con conceptos y pensamientos, y me planteo que la era digital ha llegado casi sin darnos cuenta, se ha instalado en nuestras vidas y forma parte de ellas, nos guste más o menos. Cuanto más dudas despejamos, más interrogantes abrimos, a pesar de que en los últimos cincuenta años hemos avanzado tanto o más que en los últimos quinientos años, y en éstos probablemente más que en los dos mil que les precedieron. Hemos llegado a un punto en que ya no somos los mismos, después de tantos errores, hemos acumulado tal cantidad de saber, que hemos cambiado la noción de la esencia del existir.
Tal cantidad de saber, de información, de acceso a todo conocimiento, por medio de la transformación digital, esta generando una nueva especie, el Homo Digitalis, que quizá no sea un sustituto del Homo Sapiens, quizá conviva un tiempo con él, como convivieron los Neandertales con los Sapiens, pero ya sabemos como acabó la historia, la evolución no perdona.
El Homo Digitalis además de contar con las características positivas del Sapiens, la inventiva, la abstracción, la innovación, la rectificación a base de ingenio…podría contar con un potencial de vasto conocimiento, de crecimiento exponencial, con gran capacidad para enmendar los errores cometidos en el camino hacia este estadio, de reconciliarse con el planeta, de actuar urgentemente para manejar la enfermedad, el hambre, la no violencia, la urgente acción climática. Debería ser capaz de proporcionar una base de prosperidad y bienestar digital a la humanidad, para asegurar sociedades pacificas y prósperas, frente a los desafíos y cambios geopolíticos producidos por las grandes crisis, como la actual. Sin caer en el riesgo de una sociedad de control, sino más bien una sociedad de confianza, de destino compartido que transciende fronteras, de disposición natural para con la tecnología, de forma honesta, integra y trasparente. No esperando al hombre providencial, al gran líder o al CEO omnisciente que encuentre la solución a la búsqueda, sino como una sociedad que pueda escribir su propio guión, en una interiorización de la responsabilidad que tendremos que asumir como revolución cognitiva, cultural y tecnológica.
A su vez debería poseer una responsabilidad espiritual de transformaciones individuales, de información psicológica interna, subjetiva para encontrar respuestas, antes de poder ofrecer respuestas a los demás. Y así poder convertirlas en transformaciones colectivas para relaciones y transformaciones objetivas, en una fusión de esas dos realidades que ya no podremos volver a separar, la del viejo mundo analógico y el nuevo mundo digital.
Decenas de ítems, como la inteligencia artificial, la revolución cognitiva-cultural, la biotecnología y la neurociencia, la realidad virtual aumentada, el internet de las cosas, la impresión 3D, la ingeniería de materiales o la seguridad cibernética, por ejemplo, impactaran en las mas diversas temáticas globales, tales como la agricultura, los servicios financieros, la energía, el desarrollo sostenible, la salud, la migración, el medio ambiente, la ingeniería, el comercio, las formas de gobierno, el arte…
Pero también esta “iluminación digital” proyecta sombras y ya se sabe que en los claroscuros habitan “monstruos y demonios” que deberemos estar atentos de exorcizar, si nos invaden, siempre nos acecharán, pues son inherentes al ser humano, la codicia, la avidez por el control social, la vuelta al nacionalismo exacerbado, el totalitarismo digital, la intromisión digital de la intimidad, la acaparación por parte de las élites de los beneficios digitales, la utilización del miedo para encerrarnos moralmente, para controlarnos de manera que lo de George Orwell en 1984 sea un cuento de hadas, en metafórica comparación, por medio del uso de inteligencia artificial de manera abusiva e intensiva por parte del poder.
No obstante, bastará con estar atentos, estar vigilantes, abrir los ojos y también la mente, no abandonar nunca nuestro lado mas solidario y humano, ya que el verdadero problema no será que los ordenadoras empiecen a pensar como personas, sino que las personas comiencen a pensar como ordenadores. Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
Buen día a tod@s!!!
Os quiero Bandid@s!!!
Albert Einstein dijo una vez :”Se ha vuelto terriblemente obvio que nuestra tecnología ha superado nuestra humanidad”. Pues yo espero que seamos capaces de quitar la razón a este genio en lo referente a esta frase, espero que no permitamos que nada supere a nuestra humanidad, a nuestros mejores valores, es mi “oración” de hoy: !Bienvenido Homo Digitalis, que tu aparición sea para bien!
Os voy a dejar una preciosa canción que siempre me llena de buen rollo y esperanza,” Shiny Happy People” de R.E.M., aquí la tenéis para que dancéis en la mañana como “personas felices y brillantes”…